Convocados por el Principado de Andorra, en su calidad de Secretaría Pro Témpore de la Conferencia Iberoamericana y la Secretaría General Iberoamericana (SEGIB), este 30 de junio se llevó a cabo la Reunión Extraordinaria Virtual de Alto Nivel “Ciencia, Tecnología e Innovación ante la Crisis del Coronavirus”, en la que participaron ministros de salud y responsables de organismos de ciencia y tecnología de 10 países iberoamericanos. En representación de México, participó la directora general del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), la Dra. María Elena Álvarez-Buylla Roces, quien destacó que la crisis detonada por el virus SARS-CoV-2 evidenció la importancia de enfocar la ciencia, la tecnología y la innovación a favor del bien común y del bienestar de la humanidad.
En su intervención, la titular del Conacyt remarcó que, a pesar del alto desarrollo científico y tecnológico de algunos países, varios, desafortunadamente, se vieron rebasados por la pandemia y precisó que, en el caso de México, desde el principio de la emergencia sanitaria se pusieron en marcha diversos proyectos prioritarios, en los que desde el inicio participó el Conacyt en colaboración estrecha con la Secretaría de Salud. Lo anterior, pese al estado de precariedad y debilitamiento en el que se encontraba el sistema de salud en México, heredado de administraciones pasadas.
Entre las acciones inmediatas que emprendió el gobierno encabezado por el presidente de México, Lic. Andrés Manuel López Obrador, además de las medidas de contención y mitigación lideradas por las autoridades de salud, se cuenta el extraordinario esfuerzo para acrecentar la infraestructura sanitaria, contratar médicos y personal sanitario, incrementar el número de camas de hospital y unidades de cuidados intensivos, para garantizar la atención médica a la población y evitar que se rebasara la capacidad hospitalaria,
En su intervención, la Dra. Álvarez-Buylla resaltó que el Conacyt ha implementado modelos matemáticos que han servido para pronosticar la dinámica epidemiológica en las distintas regiones del país; ha participado en la realización de ensayos clínicos y creado repositorios de información científica, de acceso abierto, entre otras acciones frente a la pandemia puestas en marcha desde los primeros días del año mediante el Proyecto Nacional de Investigación e Incidencia (Pronaii) Covid-19.
Abundó que, además, el Conacyt está desarrollando la producción de ventiladores 100 % mexicanos; programas de apoyo a posdoctorantes médicos, y múltiples proyectos de innovación que permitan, a largo plazo, alcanzar el objetivo primordial de que México sea un país soberano e independiente en ciencia y tecnología. Finalmente, la directora general del Conacyt señaló la necesidad de cambiar la visión mercantilista y reduccionista de la ciencia y la tecnología para crear “un nuevo paradigma con impacto ambiental positivo y un desarrollo social con sentido ético y humanístico”.
Los ministros de salud, así como de ciencia y tecnología de países como Andorra, España, Guatemala, Venezuela, Colombia, Argentina, Perú, Panamá y Bolivia, expusieron las acciones emprendidas para combatir la pandemia en sus territorios y plantearon emprender acciones de corte social como plataformas informáticas dirigidas a comunidades marginadas; sistemas de monitoreo de salud comunitaria; convocatorias orientadas a procesos productivos; seguridad alimentaria y salud mental; ayuda a personas discapacitadas, así como el impulso a la investigación sobre plantas medicinales e industrialización de productos fitoterapéuticos, para beneficiar a la sociedad y a las comunidades más desfavorecidas, como son las indígenas.
Los participantes coincidieron en que la crisis sanitaria abrió la oportunidad de crear lazos más estrechos de colaboración entre las naciones iberoamericanas, además de evidenciar la necesidad de invertir mayores recursos en el rubro de ciencia, tecnología e innovación. Subrayaron que las naciones participantes cuentan con notorias capacidades científicas y tecnológicas, cuya articulación virtuosa será de vital importancia para superar en conjunto la pandemia de Covid-19 y futuros retos sanitarios internacionales.
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