México está apostando por un modelo educativo de formación para el trabajo que se manifiesta en el hecho de que el mayor desempleo entre los jóvenes se ubica entre quienes tienen una carrera universitaria, afirmó Rodrigo Díaz Cruz, coordinador del Posgrado en Ciencias Antropológicas, de la Unidad Iztapalapa de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).
En comunicado de prensa, el catedrático recordó que según el documento Panorama de la educación en el mundo, publicado en 2012 por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), entre los años 2006 y 2010 el desempleo entre jóvenes universitarios aumentó de 2.9 a cinco por ciento, con lo que se situó como uno de los más altos, incluso por encima del que corresponde al segmento con menor nivel académico.
El investigador planteó que esos datos conducen a cuestionar qué tipo de modelo de desarrollo se está privilegiando, sobre todo cuando durante los gobiernos panistas se dio un impulso inusitado a la construcción de cientos de universidades tecnológicas, pero sin la infraestructura adecuada.
Díaz Cruz habló durante el panel ¿Quiénes son los jóvenes universitarios? realizado como parte de las Primeras Jornadas Universitarias de la Unidad Cuajimalpa, que se llevó a cabo en la sede definitiva de esta casa de estudios y en el marco del 40 aniversario de la UAM.
Pidió además “ser críticos de nuestra propia práctica” porque en la UAM se tiene siempre en mente al alumno modelo –aquel que no reprueba y que debe terminar sus estudios en cuatro años– y no al estudiante que tiene otras necesidades y aspiraciones.
Ejemplificó que Santa Fe es un nodo de la economía global y un núcleo de fuentes de empleos, pero que excluye de los puestos más altos a la generalidad de los trabajadores mexicanos. Esto ocurre –añadió– porque los gobiernos locales no tienen la capacidad de modificar la política económica federal.
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