Los planetarios existen en México desde hace más de 50 años y fungen como una herramienta para la divulgación científica. Actualmente estos recintos están tomando un lugar importante en la comunicación de la ciencia gracias a su modernización.
Eduardo Hernández Carrillo, presidente de la Asociación Mexicana de Planetarios, dijo que “con el paso del tiempo e invención de nuevas tecnologías, ahora el planetario es un espacio donde se divulga la ciencia – principalmente astronomía-. Y gracias a los sistemas de inmersión digital, poder hablar de otros temas como el cambio climático, ecología, etc. Es una herramienta muy poderosa de divulgación”.
Ahora se utilizan sistemas de cómputo muy avanzados para graficar en tiempo real las estrellas con proyectores digitales que permiten moverse entre las estrellas gracias a los simuladores utilizados y a toda la información que se tiene del universo y que ayuda a comprender mejor como está constituido el mismo.
Cabe mencionar que el 2 de marzo de 1959, se inauguró el primer planetario en México, ubicado en uno de los edificios sede de la Sociedad Astronómica de México (SAM), en donde se adoptó un proyector A-1 de la marca Spitz. Algunas instituciones que también colaboraron en el financiamiento del primer planetario de México, fueron el Banco de México, Nacional Financiera y Banco Nacional de Comercio Exterior, entre otras. Este planetario, fue nombrado “Valente Souza y García de Quevedo” en honor de su principal promotor.
En México, existen 34 planetarios, de los cuales 18 son digitales. Por otro lado, algunos estados de la república cuentan con hasta tres planetarios, en contraste con otros que por el abandono de los mismos, se han perdido, como es el caso del estado de Jalisco, así lo informó Eduardo Hernández Carrillo, director de Planetarium Torreón.
Los costos de infraestructura y mantenimiento de un planetario podrían parecer elevados para los no conocedores, aunque depende en gran parte del tamaño de las instalaciones, “el Planetarium Torreón tuvo un costo de poco más de 30 millones de pesos, es una construcción que cuenta con un domo de 12 metros, un observatorio y salas de ciencias”.
En nuestro país, también se desarrollan producciones propias utilizadas en los domos de inmersión digital, como en el Planetario Luis Enrique Erro, del Instituto Politécnico Nacional, el segundo planetario construido en México, y que abrió sus puertas en 1967.
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