En noviembre pasado, en Nairobi, Kenia, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación y la Cultura (Unesco) designó a la cocina mexicana Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.
El 1 de agosto anterior había hecho público, en Basilea, Suiza, tal designación, luego de dos intentos anteriores para lograr tal objetivo, en 2002 y 2005.
De esta forma, la cocina mexicana, junto con la china y la francesa, entra a formar parte del Patrimonio de la Humanidad. La comida mexicana alimenta al mundo, que la disfruta como muy pocas a nivel internacional.
Especialistas consultados al respecto, definieron a la cocina mexicana como un amplio crisol de sabores y texturas, que van desde los ingredientes propios de la cocina ancestral, hasta el periodo de fusión en el que se ha dado cabida a los sabores europeos.
Es una de las cocinas más internacionales que se caracterizan por su riqueza en ingredientes y sabores.
Son innumerables los platillos que se cocinan en todo el territorio nacional, aunque sobresalen por su tradición los del sureste, sur, altiplano, centro y occidente nacionales.
Chiapas, Oaxaca, Veracruz, Yucatán, Puebla y Michoacán sobresalen en la presentación de comida típica.
En norte, noreste y noroeste tienen mayor identificación con la comida norteamericana, basada, especialmente, en carnes y ensaladas.
Pero las auténticas viandas nacionales se encuentran en el centro, sur, sureste y península yucateca, desde la cochinita pibil hasta la birria jalisciense, pasando por las quesadillas en sus distintas forma, las tostadas tapatías, el chile poblano, la corundas michoacanas, enchiladas y los moles oaxaqueños.
Mención especial merecen los tacos y tortas capitalinas que han conquistado el paladar internacional y, en la actualidad, no sólo se saborean en Nueva York o el sur de Estados Unidos, sino también en la lejana China y la cosmopolita Unión Europea.
La comida casera y los antojitos son verdaderos cantos a la mezcla de colores, olores y sabores que se encuentran, fácilmente, en los mercados populares, en cualquier esquina y hasta en los, antaño, pomadosos restaurantes de las colonias más adineradas.
Platillos Típicos
* Pozole, blanco o rojo
* Enchiladas verdes o rojas
* Tlacoyos
* Redondas
* Largas
* Moles oaxaqueños: verde, rojo, amarillo y amarillito
* Mole poblano y chiles en nogada
* Quesadillas de queso o de distintas hierbas
* Huaraches
* Barbacoa
* Tostadas
* Birria
* Pescado zarandeado
* Cocteles de productos marinos
* Tacos de cabeza, cachete, ojo, tripa, nana, oreja y otros más.
* Tortas de múltiples composiciones
* Cabrito al horno o guisado
* Pato al pipián
* Tamales, en diferentes versiones
* Atoles
* Cochinita pibil
Ingredientes
* Tortillas de maíz nixtamalizado, hechas a mano y cocidas en comal
* Salsa, elaborada con jitomate o tomate verde, chile serrano, de árbol o de cualquier otra especie, cebolla, cilantro y una pizca de sal, molidos en molcajete de piedra y tejolote del mismo material.
* Plantas propia del lugar, como quintoniles, huaxontles, verdolagas o distintas especies de hongos.
* Pollo, queso y frijoles.
* Aguas preparadas de diferentes sabores, elaboradas con fruta de temporada
* En algunos casos, se utilizan bebidas regionales, en forma discrecional.
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