Uno de los mayores problemas que existen en México respecto a las ediciones electrónicas está relacionado con la falta de cumplimiento a la ley, y que abundan en cuestiones de piratería impresa como digital y que ignoran la legalidad; ya que al existir un amplio acceso a cualquier cosa en Internet es fácil reproducirla, indicaron los participantes al Quinto Seminario Multidisciplinario: El Derecho de Autor en el Ámbito Editorial.
María Fernanda Mendoza, licenciada en derecho por la UNAM, indicó que “debido a la importante labor que realizan los editores al hacer una selección única del material que va a publicarse, considero que ese trabajo no va a desaparecer con la llegada de los medios electrónicos, sólo se va a modificar”.
Abundó que no obstante, además de los derechos que el autor cede al editor, éste debe poner especial atención en que le sea autorizado el derecho de comunicación pública, e incluir en este tema el uso de las nuevas tecnologías.
En relación a la normatividad del sector, María del Carmen Arteaga, especialista en derecho sobre aspectos editoriales, subrayó que se debe ser muy precavido a la hora de reproducir o “compartir” cosas en Internet, ya que en ocasiones los problemas legales pueden ocasionar sanciones muy severas si se desconocen los derechos de lo que se publica en la web.
Recordó que hay principios básicos del derecho de autor, que son vigentes aún con las nuevas tecnologías, pues la ley de 1996 se sigue aplicando tanto a ediciones digitales como analógicas. Además de que se debe estar muy consciente de que al reproducir lo publicado en Internet se deben pagar regalías, pese a que las publicaciones sean con fines educativos o sin perseguir lucro. Esto es porque el autor también debe tener su derecho en estos aspectos totalmente intacto.
Por su parte, Mauricio Salvador, editor de la revista electrónica Hermano cerdo, confesó que su proyecto comenzó cometiendo todos los errores que señaló María del Carmen Arteaga, pues su interés por difundir aspectos con objetivos culturales los condujo a hacer una publicación “por la libre” y aprender, a su vez, lo que no se debe hacer en cuanto a publicaciones electrónicas.
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