Aunque México ha avanzado en los últimos años en el número de innovaciones que patenta, aún es muy bajo su porcentaje de patentamiento, indicó, Enrique Cabrero Mendoza, director del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), y recalcó que las cifras publicadas por la Dirección Divisional de Promoción y Servicios de Información Tecnológica del Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI), señalan que de 1996 a 2013 los mexicanos casi triplicaron su número de patentes otorgadas, al pasar de 116 a 302.
Sin embargo, dicha cifra es la más alta registrada en los últimos 18 años en el país, pero aún es un número bajo comparado con las patentes otorgadas a ciudadanos originarios de Estados Unidos, Alemania y Japón, que en 2013 registraron 4 mil 792, 939 y 665 patentes respectivamente, según dicha publicación. Es importante mencionar que son estos los tres principales países de donde son oriundas las personas con registros de patente, ya que en ese año, sus patentes en conjunto representaron más del 60 % del total de registradas en todo el mundo.
Con el objetivo de impulsar este rubro en el país, Cabrero Mendoza destacó que desde hace dos años se trabaja en la creación de unidades de patentamiento dentro del Sistema de Centros Públicos de Investigación del Conacyt.
Recalcó que “lo que estamos haciendo es que en nuestra red de 27 centros de investigación haya unidades de patentamiento, no todos tienen, pero ya hay varios que ya cuentan con dicha unidad” encargada de varias actividades, entre ellas: fomentar la cultura de propiedad intelectual y sus implicaciones, conformar una estrategia de apropiación de la tecnología y apoyo en la elaboración de contratos y convenios de investigación o transferencia, indicó.
En comunicado de prensa, destacó que actualmente nueve centros ya cuentan con unidad de patentamiento, entre ellos el Centro de Investigación Científica y de Educación Superior de Ensenada (CICESE), el Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo(CIAD) () y el Centro de Investigaciones Biológicas del Noroeste (Cibnor), por mencionar algunos.
Subrayó que en estas unidades no solamente se ayuda a científicos de cada centro de investigación, sino que también se asesora a investigadores de otras instancias y a empresas; a estas últimas las orientan, entre otras cosas, en la evaluación de sus desarrollos, identificando los susceptibles de protección jurídica.
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