La diferencia entre los jóvenes universitarios y los docentes se acrecenta en la actualidad al hablar de temas digitales, “donde unos son nativos digitales y otros analfabetas digitales”, frente a lo cual las instituciones de educación superior no han desarrollado alternativas eficaces en apoyo a la educación, afirmó el doctor Adrián de Garay Sánchez, Sociólogo de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).
Durante su participación en la Semana de la Educación Virtual que se lleva a cabo en la UAM, comentó: “estamos ante una generación de jóvenes estudiantes muy distinta a las generaciones que apenas hace 25 años transitaban por la Universidad”.
En esos años no existían los celulares ni la Internet ni las computadoras personales; “estábamos conectados al mundo a través de lectura de textos impresos, los pocos canales de televisión, la prensa escrita y la radio”; los jóvenes universitarios de hoy han crecido con las televisiones de control remoto, los juegos electrónicos, las teclas, las pantallas, las computadoras y sus celulares; ellos se mueven en un mundo de concreción, dinamismo y fragmentación de continua estimulación.
Este contraste ha provocado que para muchos estudiantes acudir a la universidad se convierta en “algo aburrido, tedioso, rígido” donde predomina de manera generalizada la docencia basada en el paradigma de la enseñanza, donde el profesor lo sabe todo y los estudiantes son unos ignorantes, y las clases se dan bajo un sistema donde el profesor manda, habla, dicta y espera que los alumnos respondan a sus arquetipos y conocimientos.
Advirtió que esta tensión no se resuelve simplemente sustituyendo los pizarrones tradicionales en las aulas, presentaciones en power point o colgando archivos de texto en la red, instrumentos tecnológicos, que no hacen sino reproducir, en muchos casos, la cultura de la fotocopia y la “biblofobia”, pues los estudiantes se acostumbran a recibir textos parciales o completos pero puestos en la mesa digital.
Aseveró al respecto que las tecnologías en sí, no producen innovación educativa y que sólo asociadas con adecuadas prácticas educativas pueden ser una fuente de posibilidades de aprendizaje contextualizado.
Por su parte, Norma Scagnoli, investigadora de la Universidad de Illinois, subrayó la importancia de lo que denominó el Blended Learning o convergencia de lo presencial y lo virtual.
Dijo que el desarrollo de la tecnología llevó a pensar en un primer momento en las posibilidades de la educación a distancia y llegar a la población que no podía entrar a la universidad; sin embargo, “lo que vino como resultado ha sido la combinación de la educación presencial y la virtual”.
Explicó que el Blended Lerning consiste en un diseño instruccional en el que se combinan estrategias pedagógicas de los ámbitos presenciales y virtuales combinados de manera que una realza la presencia de la otra. La parte virtual, aclaró, no es más importante que la presencial, sino que “una refuerza a la otra” y para lograr una convivencia “armoniosa” entre ambas es necesaria una planeación pedagógica.
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