La empresa Sistema.bio dio a conocer que cerró una ronda de financiamiento de 12 millones de dólares para impactar a 200 mil agricultores en el mundo, gracias a que esta organización utiliza un sistema tecnológico que le permite aprovechar el estiércol del ganado para crear biocombustible.
En el caso de México, se espera que en 2019 se impacten a 6 mil productores en las zonas del Bajío, península de Yucatán y región centro país, para aprovechar los desechos de los animales de ganado para así contar con energía, gracias al uso del proyecto de emprendimiento de creación de bioenergía.
Este sistema permite producir biogás, gracias a poder transformar estiércol en energía térmica y mecánica, y fertilizante orgánico.
Esta empresa en la actualidad ya tiene presencia en México, Colombia, Nicaragua, Kenya y la India, con la expectativa que en los siguientes 3 años sean 200 mil agricultores beneficiados con acceso a energía sustentable.
Esta empresa cuyas instalaciones se ubican en la ciudad de Toluca, en el Estado de México, trabaja con pequeños productores agropecuarios para abatir los problemas de la pobreza, seguridad alimentaria y cambio climático, dando acceso a una tecnología de biodigestión, entrenamiento y financiamiento para hacer a los agricultores y ganaderos más productivos, eficientes y sostenibles.
En entrevista con este reportero, Alexander Bennet Eaton, CEO y Cofundador de Sistema.bio declaró que esta empresa el fondeo que obtuvieron les permitirá que en los dos siguientes años dupliquen su volumen de ventas y extender sus instalaciones industriales ubicadas en la capital mexiquense.
Detalló que estos biodigestores, permiten que los micro, pequeños y medianos campesinos y ganadores obtengan beneficios de los desechos de su ganado, sea vacuno, porcino, caprino, equino, etc., pues se tienen diseños de biodigestores para adaptarse a quien sólo posee dos vacas hasta 200 animales, que equivale a captar el metano de una cubeta de estiércol a 2 toneladas.
Ejemplificó que un productor ganadero con 12 vacas y que usa el estiércol para fertilizar 2 hectáreas, puede destinar parte del desecho de sus animales que le brindará la capacidad de tener energía para la cocina de su hogar.
Ejemplo del crecimiento de esta tecnología de creación y patentada por esta empresa, ha conseguido la colocación de 3 mil unidades de biodigestores en diversos países, mientras que en México han sido 4 mil unidades que han puesto en funcionamiento a favor de unas 25 mil personas.
El mercado mexicano que es susceptible de acceso a este tecnología es de unos 4 millones de familias, es decir, unos 20 millones de mexicanos, que podrían estar autogenerando energía para sus hogares.
Indicó que este biodigestor se caracteriza por ser duradera y flexible conforme el campesino y la cantidad de estiércol a utilizar.
Declaró que se tiene un sistema de seguimiento de colocación y sapiencia de uso del producto, para que el campesino sepa como cargarlo del producto, su funcionamiento y aprovechamiento de la energía que genera, permitiendo el dejar de adquirir gas LP.
Explicó que han tenido buena aceptación de los productores campesinos, que si bien, siempre se les cataloga como personas un poco cerradas al cambio, si se les demuestra que la adopción de nuevas tecnologías les brinda ahorros monetarios y mejor salud a su familia, lo aceptan de forma pronta.
El biodigestor va de diversos tamaños desde 6 a 600 metros cuadrados, en 8 diferentes tamaños, cuyos precios oscilan desde 15 mil pesos a los 150 mil pesos.
Aceptó que este tipo de tecnologías son el futuro del campo mexicano, pero falta mayores impulsos y apoyos oficiales para que sea una realidad su penetración en el mercado objetivo.
Ya que México, “tiene un excelente ambiente de impulso y fortaleza de las energías renovables, pero, sólo se podrá decir que estos aditamentos son un éxito cuando tengan la rentabilidad y cifras negras que presentan las energías tradicionales, además que falta cultura de aceptación de las mismas en el público en general”.
AMPLIÓ POTENCIAL ENERGÉTICO DEL ESTIERCOL
De acuerdo con el Banco Mundial, los agricultores reciben mejores cosechas, reducen el uso de combustibles fósiles y logran un mejor desempeño económico con el uso de biodigestores. Sin embargo, en la actualidad hay una limitada oferta de biodigestores y accesorios de biogás en el mercado mundial destinados al pequeño productor.
Por ello, Sistema.bio ha trabajado, desde su fundación en 2010, en investigación y desarrollo de productos de calidad mundial en materia de biogás que sean económicamente accesibles para el sector.
En México no se tiene conocimiento de apoyo o fomento a proyecto energéticos a base de sangre y restos animales lo que, al momento, se tiene estipulado en apoyos a desarrollos energéticos de excremento animal lo maneja la Secretaría de Agricultura (Sader), mediante apoyos para financiar biodigestores con ministraciones que no rebasan un millón de pesos, a través del Fideicomiso de Riesgo Compartido (Firco).
Este apoyo se encuentra disponible para granjas porcinas mayores de 300 vientres (equivalentes a 3,000 animales) o establos mayores a 500 cabezas, con sistemas de producción en confinamiento.
El aprovechamiento de las excretas del ganado porcino mexicano genera entre 0.49 y 0.738 millones de toneladas anuales, que tienen un potencial de generación eléctrica de 246MW a 492 MW, según la Secretaría de Energía (Sener).
Finalmente, Graham Day, director financiero de Sistema.bio, declaró que “este levantamiento de capital nos permitirá invertir en manufactura, operaciones y desarrollo de producto, teniendo los recursos necesarios para escalar en las regiones que hemos establecido. También, nos permitirá crear alianzas con instituciones y cooperativas agrícolas-pecuarias para hacer la tecnología disponible en las regiones en las que operamos”.
Las empresas que han apostado al desarrollo de esta tecnología son DILA CAPITAL, Engie RDE Fund, EcoEnterprise Fund, EDFIMC – ElectriFI, Endeavor Catalyst Fund, CoCapital, Shell Foundation, Triodos, Alpha Mundi, EcoEnterprise Fund, and Lendahand.
SANGRE Y ENERGÍA: INNOVACIÓN EN OTRAS ENTIDADES
Cual pareciera una mezcla de colores marrón intenso, historias de terror acordes al Día de Muertos y, como punto central, la frase coloquial: la energía no se crea ni se destruye, sólo se transforma.
Esto ha provocado que se aprecie el valor energético de la sangre, vísceras y restos de desecho de animales, sacrificados en los rastros del país. Así, en base a una investigación de la Universidad Autónoma de Puebla (UAEP), que analizó la sangre de caballo y res identificando una enzima que genera biogás, la empresa poblana Romase puso en práctica tal teoría para generar energía.
Para ello, especialistas poblanos adaptaron esta tecnología, cuyo origen es alemán, para aprovechar estos recursos que, en la actualidad en México, sólo tienen como destino las alcantarillas, la quema o los tiraderos. Este proyecto ya se aplica en Puebla y Campeche.
En entrevista con este reportero, Rolando Mayorga, director general de Constructora Romase, dijo que esta empresa de la construcción desde hace cuatro años trabaja en proyectos verdes como el tratamiento del agua residual de donde surgió la oportunidad de conocer la tecnología citada y, tras adaptarla a la realidad mexicana, permitió implementarla y fomentar el potencial de la sangre y su energía y entender que el mercado de los rastros con el biogás por captar está desaprovechado y desatendido.
“Éste es un proyecto innovador porque nadie aprovecha la sangre de los rastros en México, mientras que en Alemania tienen 7 mil instalaciones con estas características que manejan diversos aspectos de innovación, cuidado ambiental y automatización; por ello, lo que queremos es replicar esa eficiencia energética de la sangre con tecnología e innovación mexicana”.
Señaló que en México existe un potencial energético enorme, ya que hay ningún rastro que trate la sangre, vísceras, desechos, excretas y huesos y añadió que este aprovechamiento puede ser de gran envergadura, ya que instalar estos sistemas de aprovechamiento de biogás es muy sencillo con tiempos de instalación de un par de meses y al tercero ya se cuenta con energético.
Este mercado es enorme. Tan sólo el rastro de Puebla capital paga un millón y medio de pesos anuales para transportar los restos sin usos sustentables, y en la entidad existen unos 30 mataderos.
El proyecto citado es un sistema-generador eléctrico para residuos cárnicos, como sangre que se basa en su uso y vísceras para generar biogás por la descomposición de la materia y su conversión a energía eléctrica y calorífica, lo cual brinda la posibilidad de atender la necesidad de rastros para ser sustentables.
“Para darnos una idea de este tema energético, por cada 3 mil litros de sangre (tres tinacos Rotoplas) al día se generan 570 kilowatts por hora que equivalen a dar electricidad a unas 10 viviendas; cuando un rastro mediano genera al día unos 60 mil litros de sangre con enorme potencial energético que no se atiende por nadie”.
Dijo que muchos inversionistas aún no confían en este tipo de proyectos verdes y esto hace que camine lento este mercado mexicano y que las inversiones de los establos en temas sustentables no han sido los adecuados.
Indicó que existen sistemas energéticos similares, pero no idénticos, que ya aprovechan el estiércol porcino, pero la sangre de res y caballo generan biogás 10 veces mayor a las excretas. El ejemplo de esto últimos es el sistema instalado en la Universidad de Tabasco que genera 3 mil litros de sangre.
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