Nezahualcóyotl, Méx.- Con una gran fiesta que duró varios días, se celebraron los 51 años de este municipio, el cual es uno de los más populosos del Estado de México y cuenta con un millón 109 mil 363 habitantes.
En plena madurez, vale recordar el inicio de esta localidad, la cual surge entre el lodo, tolvaneras, salitre, invasión de predios y venta clandestina de tierras irregulares.
Si bien el 23 de abril de 1963, es la fecha oficial en la que nace Nezahualcóyotl, el municipio 120, lo cierto es que desde 1940 las primeras familias decidieron refugiarse en esta localidad.
Atraídos por el bienestar del Distrito Federal, cientos de migrantes llegaban a ella, debido a ese fenómeno migratorio, las autoridades capitalinas decidieron impedir la creación de nuevos fraccionamientos, de ahí que en su periferia surgen los primeros asentamientos irregulares, totalmente marginados.
En 1945 toman forma tales conglomerados hechos por casuchas de madera, cartón y plásticos. Primero cerca de Río Churubusco, más tarde en las inmediaciones de la carretera a Puebla, finalmente en el desecado lago de Texcoco. Ahí nace Nezahualcóyotl.
Datos del gobierno estatal refieren que era un reto enfrentarse con las carencias y necesidades, para vencerlas como se pudiera y con lo que estuviera a la mano; esto era prácticamente una lucha diaria con el cuchillo entre los dientes.
Por ello, esta localidad carga con el estigma de ser un sitio bravo, duro y difícil que asusta a quienes lo visitan por primera vez o no lo conocen, pero adentrándose en sus raíces, caminando sus calles, conociendo a su gente y su historia, es motivo de orgullo y admiración.
Como en otras historias más del país, la mujer fue parte decisiva en el nacimiento del municipio. En tanto, los hombres salían a trabajar al DF, las féminas encabezaban la construcción de sus modestas casas, introducían los servicios como agua, luz y drenaje.
En medio de lodo, polvo, mugre y salitre, extendían mangueras para llevar el líquido a sus casas, colgaban cables en polines, además de apoyar al albañil para fincar sus hogares.
Tras interminables jornadas de trabajo, es en el primer trimestre de 1963 cuando el entonces gobernador, Gustavo Baz Prada, aceptó crear un nuevo municipio en los asentamientos que hasta ese momento eran conocidos como Colonias del Vaso de Texcoco, Colonias del ex Vaso de Texcoco o Colonias del ex Lago de Texcoco. Hoy su desarrollo político y económico salta a la vista para beneficio de sus habitantes y visitantes.
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