La migración forzada se ha convertido una tragedia humana causada por la pobreza, la violencia, el narcotráfico y el crimen organizado, aseguró el Papa Francisco al oficiar una misa en el recinto ferial de Ciudad Juárez, Chihuahua, a unos pasos de la frontera con Estados Unidos.
Indicó que “frente a tantos vacíos legales, se tiende una red que atrapa y destruye siempre a los más pobres, no solo sufren la pobreza sino que además tienen que sufrir todas estas formas de violencia e injusticia que se radicaliza en los jóvenes, ellos , carne de cañón, son perseguidos y amenazados cuando tratan de salir de la espiral de violencia y del infierno de las drogas, y que decir de las mujeres que han sido asesinadas”, aseguró el pontífice.
Más temprano, Francisco advirtió contra la explotación en los lugares de trabajo al dirigirse a trabajadores y empresarios en el gimnasio del Colegio de Bachilleres en Ciudad Juárez. «La mejor inversión es crear oportunidades», dijo el pontífice. «El flujo de capital no puede determinar el flujo y la vida de las personas».
Tras su visita al Centro de Readaptación Social (Cereso) número 3, en Ciudad Juárez, advirtió que es necesario crear «un sistema de salud social» para evitar que las personas cometan delitos.
«La reinserción no comienza acá en estas paredes, comienza antes, en las calles de la ciudad. La reinserción o rehabilitación, como le llaman, comienza creando un sistema que podríamos llamar de salud social, una sociedad para no enfermar, empezando por no contaminar las relaciones en la barrio, en las escuelas, en las plazas, en todos lso centros sociales», dijo el pontífice.
«La reinserción social comienza insertando a todos los hijos en las escuelas y a todas las familias en el trabajo», así como con espacios públicos, indicó.
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