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Analizarán con lupa problemas de la Línea 12

Inician los trabajos de la Comisión Investigadora sobre la Línea 12 del Metro, con el fin de conocer las causas que provocaron las diversas fallas y que obligaron a la suspensión del servicio en 11 de las 20 estaciones. Es causa de más de 500 mil personas afectadas, ahora es una penuria su transportación, afectó a habitantes de Distrito Federal y también del Valle mexiquense.

Jorge Gaviño, diputado de Nueva Alianza, en la Asamblea Legislativa del DF, señaló que dicha instancia, integrada por 15 legisladores de las diversas fracciones políticas, excepto del PAN, aseguró que las indagatorias no serán partidistas, pues dijo su objetivo es encontrar las causas y los responsables.

Agregó que hay acciones u omisiones que generaron el problema, de tal forma es preciso saber quién está detrás de eso, y dar los nombres a la opinión pública, y «no será un asunto partidista, sino institucional», manifestó.

Reiteró que la investigación será apartidista, pues lo que se busca es no politizar el tema de suspensión del servicio por una incompatibilidad de trenes y vías, sino encontrar las causas y a los causantes.

Por su parte, las empresas participantes en la construcción de la L 12, Ica, Alstom y Carso, antes de que la ALDF comience las indagatorias, ya responsabilizaron de los desperfectos al gobierno de la Ciudad de México.

A través de un desplegado se deslindaron de cualquier responsabilidad y sostuvieron que las fallas se deben a que se rentaron trenes con características diferentes a las planeadas inicialmente.

Recordaron que los trenes empleados en la Línea 12 del Metro varían en dimensiones, peso, número de carros, distancias entre ejes y perfiles de los comboyes.

Insistieron en que si bien el consorcio constructor utilizó como ejemplo la Línea A -que no ha fallado desde hace 22 años y que fue el ejemplo especificado en la licitación-, el GDF no usó los mismos trenes de la línea que sirvió como base.

Además que tuvieron conocimiento de las características técnicas de los trenes arrendados por el Metro hasta marzo de 2012, apenas tres meses antes de la llegada de los trenes.

A través del segundo desplegado que emiten, las empresas aseguraron que si bien han cumplido “a cabalidad” lo señalado en el contrato de la L-12 y que la problemática se generó fuera de su alcance, están dispuestos a ser parte de una solución definitiva, aunque precisaron que siempre que sea bajo “otro esquema contractual”.

Joel Ortega, titular del Sistema de Transporte Colectivo (STC), Metro se pronunció porque las empresas participantes corrijan los desperfectos, caso contrario no se descarta una serie de demandas.

Resaltó que de no haber respuesta de las empresas del consorcio constructor como de la compañía de trenes, para llevar a cabo las correcciones, el peor de los escenarios para todos es que se inicien una serie de litigios.

Dijo que el STC actuó con estricto rigor técnico al suspender la operación del tramo Tláhuac – Culhuacán de la Línea 12. Afirmó que tras la detención del servicio se ha reconfirmado la existencia de fallas, por lo que es necesario determinar su origen e implementar a la brevedad medidas para corregirlas.

Joel Ortega ratificó que el desgaste ondulatorio en los rieles, las rupturas de los durmientes y de las grapas de fijación, la deficiente calidad del balasto, así como el acelerado desgaste de las ruedas, entre otras razones sustentan la decisión de cerrar 11 estaciones.

Pero enfatizó que está documentado que el desgaste ondulatorio ya se había detectado previo a la inauguración y puesta en operación de la Línea el 30 de octubre de 2012, por lo que las empresas deben responder por los desperfectos.

Por su parte Gabriel Ibarra, director de relaciones institucionales de ICA, adelantó que los desperfectos podrían corregirse en dos semanas.

En una entrevista radiofónica insistió que los trabajos se llevaron a cabo conforme a las directrices del Gobierno del DF, sin embargo, al hacerse las pruebas de los trenes notaron que había incompatibilidad con los rieles.

Señaló que los problemas son solucionables, pero requieren intervención inmediata. Trabajos que cuando mucho podrían durar dos semanas.

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