EL BUZÓN
ALFREDO IBÁÑEZ
La corrupción que impera en el PAN afloró en Huixquilucan, ayer se iban a celebrar elecciones internas para elegir al que sería su candidato a la presidencia municipal. Lo que debió ser un ejercicio democrático y apegado a la legalidad, se convirtió en un auténtico cochinero, digno de delincuentes.
Hubo golpes, robo de urnas, padrón inflado, acarreo de votantes, e incluso la presencia de simpatizantes del PAN que hicieron su trámite para afiliarse, pero que por alguna circunstancia no se ha concluido, sin embargo, en su afán de apoyar a Annel Flores, acudieron amparo en mano.
Dos son los contendientes que buscan la candidatura del PAN a la alcaldía de Huixquilucan, ambos legisladores con licencia, Enrique Vargas y Annel Flores. Esta última es el instrumento del Grupo Tlalnepantla, que encabeza Ulises Ramírez y el dirigente estatal del PAN, Oscar Sánchez.
Pese al apoyo abierto que ha recibido Annel Flores de la cúpula estatal del PAN, e incluso del gobierno municipal en manos del PRI y encabezado por el alcalde José Neyra, obvio para obtener beneficios políticos y económicos, no convence a los militantes panistas, encargados de elegir a su abanderado.
Ayer con el fin de ganar las elecciones, el grupo panista en el poder llevó a votar a personas que no están en el padrón, que hicieron su trámite de afiliación, pero que no ha concluido.
Amparo en mano pretendieron sufragar por Annel Flores, pese a ese tipo de artimañas los votos no les alcanzaban y decidieron reventar las votaciones con una burda riña, nada de gravedad pero que tomaron como pretexto para posponer los comicios internos hasta nuevo aviso.
El PAN estatal argumentó a través de un comunicado de prensa que las votaciones se suspendieron para no poner en riesgo a la militancia de ese partido. Es todo, no informa quiénes son los involucrados, qué sanción se les va imponer y si fueron o no presentados ante el Ministerio Público.
Si el numerito fue tan grave como para suspender las elecciones, entonces debió dársele un tratamiento más riguroso y castigar a los responsables de acuerdo a la ley.
La dirigencia municipal y estatal del PAN no lo hicieron porque todo fue un burdo montaje al verse en desventaja. Si de verdad quieren actuar con legalidad, deberían retirar de la precampaña a Annel Flores, pues sobre ella pesa una denuncia de haber desviado 2.5 millones de pesos, dinero que les da la Cámara de Diputados a cada uno de los legisladores para que apoyen a la comunidad.
Según la denuncia, lejos de apoyar a los necesitados, infló la cuenta bancaria de su familiar y colaborador, Arturo Flores Cima, a quien le compró raquíticas despensas a 500 pesos, cuando en el mercado no superan los 200 pesos. Negocio redondo y familiar.
Sin duda, ese si es motivo de peso para suspender la elección interna del PAN, retirarla de la contienda para que responda de la acusación que le hacen. Lejos de ello el Grupo Tlalnepantla la encubre y arropa.
La cúpula panista sabe que no tiene posibilidades de ganarle al PRI la presidencia municipal de Huixquilucan con Annel Flores, sin embargo, están en la negociación para sacar provecho político y económico.
Para nadie es un secreto la cercanía de Ulises Ramírez y Oscar Sánchez con el PRI, como tampoco que han recibido apoyo del gobierno municipal para que tal aspirante a la candidatura sea la elegida y dejen en el camino al precandidato, Enrique Vargas, quien tiene mayores posibilidades de triunfo en los próximos comicios.
Esos son los panistas que privilegia Gustavo Madero, es el tipo de PAN con el que dice va a combatir la corrupción en el país. No se olvide que el Grupo Tlalnepantla es a fin a la dirigencia nacional panista.
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