EL POPULAR LOBO, dirigente de la organización “Taxi Club 11-80”, logró llegar al recinto de Donceles y Allende para ocupar una curul como diputado a la V Legislatura de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF); ahora podrá defender a su gremio y presentar iniciativas para mejorar el nivel de vida de los habitantes del Distrito Electoral número 10, localizado en la Delegación Cuauhtémoc.
EL CAMINO HACIA el escaño en la ALDF no fue nada fácil para Leobardo Juan Urbina Mosqueda, mejor conocido entre los taxistas del DF como El Lobo. Su principal adversario político, perteneciente al PRD, hizo uso de todo el aparato gubernamental de la Cuauhtémoc para posicionarse como ganador en las pasadas elecciones, pues llevaba la ventaja de haber sido delegado y, además, fue cubierto con el “manto sagrado” del grupo político del profesor René Bejarano y su esposa, Dolores Padierna.
EL LOBO, COMO lo ofreció a los vecinos de las colonias que integran el Distrito 10 del DF, entre las que se encuentran Santa María la Ribera, San Simón Tolnáhuac, ExHipódromo de Peralvillo, Tlatelolco y el Barrio de Tepito, hizo una campaña de acercamiento con la gente, fue a las unidades habitacionales, visitó mercados, lecherías y escuelas donde reiteró su compromiso de luchar contra la corrupción y presentar iniciativas para que haya castigos ejemplares a funcionarios públicos deshonestos.
EN SU CAMPAÑA sufrió las “represalias políticas” que ejercieron en su contra los inspectores de la Setravi, pero logró salir adelante con el apoyo de los trabajadores del volante, agremiados en la organización de taxistas 11-80.
NO OBSTANTE QUE los sufragios emitidos en las urnas a su favor no alcanzaron el número suficiente para obtener la diputación de mayoría, de acuerdo al artículo 37 del Estatuto de Gobierno del DF, Leobardo Juan Urbina alcanzó un alto porcentaje de votación en su distrito lo que le dio el derecho a una diputación por el principio de Representación Proporcional, quedando dentro del grupo de ocho diputados del PRI para la V Legislatura en la ALDF.
AHORA, EL LOBO tiene la oportunidad de llevar la voz de los taxistas a la ALDF y proponer reformas a la Ley del Transporte Público en la Ciudad de México para defender a los choferes de los abusos de los inspectores y demás problemas que tienen en la Setravi. De esto sabe muy bien cómo se las gastan los funcionarios del gobierno del DF pues él también maneja su taxi.
EL TRABAJO QUE REALIZÓ El Lobo, en su campaña político electoral contribuyó para que el PRI-DF lograra una alta votación en la Delegación Cuauhtémoc y, con esto, se alcanzara la segunda fuerza política en siete delegaciones, hecho que fue reconocido por el presidente del Comité Directivo del PRI en la capital, Jaime Aguilar Alvarez.
LA SEGUNDA FUERZA política reconocida por las autoridades electorales del DF para el PRI se logró en siete delegaciones, 17 distritos locales y siete federales, por lo que Aguilar Alvarez afirmó que “el PRI está de regreso en la Ciudad de México”.
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