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Encuentran ofrenda antigua en el centro del DF

Una ofrenda prehispánica de más de 500 años, integrada por una vasija de cerámica en cuyo interior se hallaron carbón y restos óseos humanos cremados, así como más de 200 fragmentos de obsidiana dispuestos alrededor de ella, fueron descubiertos por especialistas del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH-Conaculta) en la calle de Regina, casi esquina con Correo Mayor, en el Centro Histórico de la Ciudad de México, espacio que en el pasado fue ocupado por un barrio de la antigua Tenochtitlan.

De acuerdo con la arqueóloga Maribel Cruz García, encargada de las investigaciones en el lugar, también se localizaron un pozo de 85 cm de diámetro interno, y un muro de dos metros de longitud, ambos de época colonial; así como fragmentos de materiales de cerámica de ese mismo periodo, como tazas, jarros, platos, tazones y figuras antropomorfas de los siglos XVI y XVIII.

“Los hallazgos permiten documentar las características constructivas de las viviendas que hubo en el sector sur de la antigua ciudad de Tenochtitlan, porque de acuerdo con el plano reconstructivo de Alfonso Caso, los elementos descubiertos se localizan dentro del antiguo barrio de Teopan o Zoquiapan, mismo que durante la Colonia formó parte de la traza urbana destinada al asentamiento de la población española”, declaró el arqueólogo Manuel Eduardo Pérez Rivas, director de Salvamento Arqueológico del INAH.

Preliminarmente, los especialistas indicaron que la elaboración y depósito de artefactos de talla lítica estaba asociada tanto a procesos económicos de producción, como a actividades rituales en un contexto residencial, como lo apunta la gran cantidad de fragmentos de obsidiana que se encontraron dispuestos alrededor de la ofrenda, y a juzgar por elementos como la posible base de un bracero que también se halló.

Los expertos del INAH mencionaron que al ampliar el área de excavación en búsqueda de más ofrendas, se encontró un muro colonial de sillares de mampostería —de dos metros de longitud— que al ser construido alteró el contexto de la ofrenda. Posterior a dicha pared, también se halló un pozo de agua, posiblemente del siglo XVIII, de 1.8 m de brocal, alrededor del cual había desecho de talla de obsidiana y algunos fragmentos de cerámica prehispánica y colonial.

Entre los materiales prehispánicos de cerámica encontrados, destacan fragmentos de platos, cajetes, comales y figurillas zoomorfas y antropomorfas; mientras que los coloniales corresponden a restos de tazas, jarros, platos, tazones y de figurillas humanas.

Asimismo, durante la ampliación de la exploración arqueológica, se localizó una pequeña plataforma prehispánica de arcilla sobre la que desplanta un muro colonial, de grandes bloques conocidos como sillares, colocados a su vez sobre tezontle. A partir de dos platos de cerámica vidriada, encontrados cerca de dicha pared, se calcula que ésta podría ser del siglo XVI.

Acerca de Juan Carlos Machorro

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