Durante la presentación del programa para América Latina y el Caribe «Visiones Rurales» de parte de la Fundación W. K. Kellogg se tuvo una participación de cerca de 200 personas de diversas comunidades como etnias de México, quienes en su idioma tradicional hablaron de la necesidad de darle gran impulso al sector campo del país.
En donde es urgente que las acciones oficiales y programas de ayuda oficial tengan en cuenta las opiniones desde la base social y se dé el impulso adecuado a los proyectos comunitarios que subsisten en diversas regiones del país. Ya que en caso contrario se correrá en riesgo de fracasar diversas políticas por no entender la realidad rural, y ejemplo de ello está el caso de las ciudades sustentables en Chiapas.
Diversos líderes rurales comentaron que debe entenderse su realidad pues muchos proyectos oficiales no llegan a sus regiones y pidieron se tomen en cuenta sus estudios y proyectos que han plasmado en documentos como en pequeñas cooperativas sustentables que permiten dar empleo y alimento a algunas personas, pero que aún padecen de muchas carencias.
Los retos se acordó son el contar con acuerdos comunitarios, desarrollo de escuelas, un hospital u centro de salud, una Universidad Comunitaria todo ello en los municipios mayas de Yucatán, Campeche, Quintana Roo y Chiapas que están alejados de los centros urbanos.
Siendo su principal obstáculo que las autoridades municipales y estatales que al revisar sus proyectos de desarrollo comunitario no los toman en cuenta al no coincidir con la agenda de programas del munícipe o el gobernador y no les apoyan.
La Fundación W.K. Kellogg desde 2011 realiza diversos proyectos de apoyo en la península de Yucatán y zona alta de Chiapas en donde se han desarrollado programas sustentables, sociales y rurales en esta región en beneficio de sus poblaciones originarias. Entendiendo que un punto esencial es la comunicación y el trabajo conjunto en donde se busca el desarrollo humano e igualdad de género. Con base a reconocer sus fortalezas en donde se aprovecha las cualidades individuales hasta el colectivo.
Al respecto, Rui Mesquita Cordeiro, en director de Fundación W.K. Kellogg para Latinoamérica, dijo a este reportero que es esencial el desarrollo del liderazgo local para que atraigan a los integrantes de las comunidades, dialoguen de sus necesidades y tengan una ruta clara de cómo debe ir el desarrollo local.
Detalló que “debe acabarse con la inequidad racial con las indígenas que están marginados de diversos proyectos oficiales, aunado a que se requiere el impulso del liderazgo comunitario en estas regiones –Península de Yucatán y altos de Chiapas- que presentan altos niveles de marginación”.
Siendo nuestro gran enfoque el desarrollo local y esto por medio de primero saber las prioridades de las comunidades; sin descuidar algún sector, simplemente es saber por dónde se debe arrancar, de ahí la importancia de contar con liderazgos rurales.
Indicó que no es exclusivo de México el hacer coincidir los proyectos políticos con la visión comunitaria organizada, haciendo muy común que las ideas no coincidan entre todos estos actores, estando ahí el gran reto que estas comunidades no sean vistos como beneficiarios de programas asistenciales, sino como actores organizados de prosperar. De ahí que la Fundación esté aquí presente.
Al ser una Fundación independiente no tenemos problemas de acercarnos a diversas comunidades y poco a poco ayudarles a desarrollar liderazgos comunitarios; aunado a los más de 80 años de vida de esta organización, acepta que les brinda oportunidad de acercamiento con los políticos para mostrar y acercar a estos sectores.
Desde 2008 la Fundación comenzó a enfocar sus esfuerzos en diversas regiones prioritarias en América Latina y el Caribe. En el caso de México, en 2010 se definieron 25 municipios localizados en el interior de la península de Yucatán y los Altos de Chiapas, como áreas prioritarias de inversión.
Ello en donde se ha trabajado en colaboración con Educación, Cultura y Ecología, A.C., el Instituto para el Desarrollo Sustentable en Mesoamérica, A.C., y la Universidad Campesina e Indígena en Red, A.C., en donde se han podido impulsar procesos participativos para la construcción de visiones comunitarias para el presente y futuro de 22 municipios de Campeche, Chiapas y Yucatán.
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