Garantizar la igualdad de condiciones entre hombres y mujeres es fundamental para consolidar una nueva generación de derechos. Es la aspiración más vinculada a la democracia y constituye la prioridad de prioridades en la era global, sostuvo en una plática efectuada en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) José Luis Rodríguez Zapatero, ex presidente del gobierno español.
En su plática expuso que la primera apuesta es movilizar a la política, a la sociedad y a la opinión pública a favor de estas garantías. Las sociedades donde las mujeres no sufren discriminación son más equilibradas, más justas en la distribución de la riqueza y tienen menos desigualdad en los ingresos, planteó en un encuentro con estudiantes universitarios, realizado en la Antigua Escuela de Medicina.
Al ofrecer la charla Globalización y Nuevos Derechos, Rodríguez Zapatero advirtió que el machismo es uno de los factores más limitantes de las ideas democráticas de tolerancia, respeto e interés compartido.
Señaló que entre el 20 y 25 por ciento de las mujeres en el mundo sufren violencia y acoso. Ninguna sociedad puede preciarse de democrática y respetuosa de los valores de pluralidad, diferencia y respeto si arroja estos datos, enfatizó el también co-presidente del Grupo Asesor para los Objetivos del Desarrollo del Milenio de la Organización de las Naciones Unidas (ONU)
La erradicación de la violencia de género y del machismo criminal es una prioridad en la era de la globalización. Cada país debe tener leyes contundentes con penas agravadas en los casos de maltrato, con políticas de apoyo a las víctimas e iniciativas preventivas, recomendó el autor de El dilema. 600 días de vértigo.
A la par de la igualdad de género se sitúan como nuevos derechos de la era global la educación, el respeto a la diversidad, el reconocimiento a las minorías, la transparencia y el acceso universal a la información, a la privacidad y a la justicia universal y progresiva, puntualizó.
En comunicado de prensa, señaló que ante los jóvenes, el político español aseveró que gracias a la revolución tecnológica y a la liberación progresiva del movimiento de los capitales, en las últimas tres décadas el poder financiero desplazó al político.
Al concentrar el 75 por ciento de la riqueza mundial y el ahorro de millones de ciudadanos, los fondos de inversión disponen de gran poder de actuación en el mundo y los mercados. La primera ecuación de la globalización es una mayor fuerza del poder financiero, recalcó.
Tenemos el gran reto intelectual y político de construir una gobernanza mundial que responda a los principios de la democracia y del interés público. El planeta requiere regulación global en materia económica, financiera, comercial y de medio ambiente que cumplan todas las naciones, sostuvo.
Es necesaria una institución de vigilancia y seguimiento con capacidad de exigencia. Aún frente al avance de grandes corporaciones, el Estado permanece como el canal de la política y de la ciudadanía.
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