Vicente Fox – de quien dice el Vaticano que tiene perturbadas sus facultades mentales -, inició el año 2000, una vez que tomó posesión de la presidencia de la República, el proceso de desabasto de agua potable en la Zona Metropolitana de la Ciudad de México – ZMCM -, una de las concentraciones humanas más grandes del mundo, donde, en aproximadamente 2,000 kilómetros cuadrados viven más de 20 millones de seres humanos, amenazados por la sed.
Vengativo desde el inicio de su mandato, Fox, quien así quiso desquitarse con los capitalinos “porque no votaron por él” , congeló los proyectos de captación de nuevas fuentes de abasto para la Zona Metropolitana, donde, según datos de la Secretaría del Medio Ambiente, a estas alturas se necesitan más de 73 metros cúbicos por segundo y sólo se dispone de un volumen arriba de los 65 metros, en condiciones normales.
Fox ya no quiso saber más de continuar los trabajos para la captación de 5 metros cúbicos de agua potable por segundo en la Cuenca del Temascaltepec. Suspendió las negociaciones con las autoridades de la localidad para la cesión de dichos volúmenes, a cambio de obras sociales en la región.
Es necesario mencionar que captar agua de algún Estado de la República, para enviarla a otra entidad federativa, es facultad exclusiva precisamente del Poder de la Federación. Por tanto, el gobierno del D. F. carece de facultades para que, por sí mismo, pueda efectuar dichos trámites, la ley no lo permite. Fox, además, tampoco quiso saber de los proyectos de captación de agua para la capital y su Zona Metropolitana, previstos en relación a los Ríos Tecolutla y Alto Amacuzac, así como al correspondiente en los mantos freáticos de Oriental, Puebla.
Tampoco movió un dedo para iniciar los trabajos de construcción de “gabiones” y “tinas ciegas” en la zona del Ajusco, para filtrar el agua de lluvias a los mantos freáticos del Distrito Federal, mismos que están sobre explotados y necesitan reponer el agua que se extrae para mejorar el abasto y evitar los hundimientos diferenciales en diversas zonas del Distrito Federal, incluyendo el Centro Histórico.
Con el advenimiento de José Luis Luege Tamargo las cosas en materia de abasto de agua han empeorado.
Luege Tamargo está considerado como una persona a la que le gusta “la camorra”, es decir, sus habilidades las demuestra con las muchas interrupciones en el funcionamiento del Sistema Cutzamala, lo que altera el suministro del vital líquido.
De parte de Luege Tamargo, el abasto de agua potable a la capital ha adquirido las características de manipuleo político, para golpear a los capitalinos y a las autoridades, en tiempos electorales, precisamente.
Los aproximadamente 1,500 pozos hidráulicos ubicados en la Zona Metropolitana del Valle de México, se encuentran exhaustos. Por ello, es necesario que el Presidente Felipe Calderón haga realidad la captación de nuevas fuentes de abastecimiento del vital líquido.
Las rudezas de Luege Tamargo contra los habitantes de la Zona Metropolitana no deben continuar. Tampoco debemos depender únicamente de los caudales que actualmente nos llegan al D. F.. Es necesario que el gobierno federal se ponga en marcha – lo que ninguna autoridad local puede hacerlo -, para que aumente la disponibilidad de agua en una Zona Metropolitana donde la construcción de viviendas condominales se ha disparado en las últimos años, alentada por autoridades “complacientes”, pese al inminente riesgo de una emergencia ecológica.
Post Data
Al término de la Segunda Guerra Mundial, Alemania, Italia, Francia, Inglaterra y Japón estaban en la miseria y México era un país próspero. Esos cinco países, juntos no tienen la superficie ni los recursos naturales de México y junto suman cerca de 400 millones de habitantes. Ahora esas naciones forman parte del G-7, o sea, las más ricas del mundo con E. U. y Canadá. Ahora, el pueblo mexicano está en la miseria. ¿Porqué?
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