Los improvisados en tareas tan complicadas como la policíaca se esmeran en dar golpes espectaculares ante la opinión pública y son capaces de fabricar a criminales y encarcelar a inocentes. En esto ya se distingue el procurador de Justicia del Distrito Federal, Miguel Ángel Mancera.
Este funcionario ha incurrido en dos pifias monumentales recientes. Primero se ufanó que la “Banda de la Flor”, encabezada por el secuestrador apodado “El Apá” asesinó a Fernando Martí, hijo del empresario Alejandro Martí, lo cual es falso.
“El Apá” es responsable de diversos plagios y tal vez homicidios, pero las investigaciones de la Secretaría de Seguridad Pública Federal demuestran que es ajeno al homicidio de Martí.
En ese asunto, el jefe de Gobierno del DF. Marcelo Ebrard, se adornó en el noticiario de López Dóriga sobre la fallida investigación. Puso por los cielos el trabajo de su procurador Miguel Ángel Mancera, sin comprobar cuanto dijo.
Cuando la PGR presentó a uno de los reales homicidas, de la banda de los Petriciolet, Mancera quiso lavarse las manos al afirmar que se trataba de la misma pandilla de delincuentes, lo cual es otra mentira. Sin embargo, el funcionario sigue en su puesto, al amparo de Ebrard.
La otra pifia es igualmente detestable. Durante el fallido rescate de la secuestrada Yolanda Cevallos Coppel en una casa de Xochimilco, fueron muertos el director policíaco Carlos Julio Rincón Juárez y el jefe de grupo José Antonio Moreno Sánchez.
El informe de la Procuraduría del DF fue de que ambos policías fueron baleados por el secuestrador Armando Rodríguez “El Iván” y éste también asesinó a la señora Cevallos Coppel para luego suicidarse.
A los uniformados caídos se les rindió homenaje con el redoblar de tambores y toques de corneta acostumbrados, sin faltar el rostro compungido de Marcelo Ebrard.
Más mentiras. La necropsia reveló que dichos policías fueron muertos por proyectiles de sus propios compañeros. O sea, los judiciales capitalinos no saben hacer operativos y se matan entre sí. ¿Cómo entender que si dos de ellos entraron a la casa les dispararon por la espalda quienes los resguardaban?.
Es tan neófito en su desempeño el procurador Mancera que al ser entrevistado por televisión, como tanto le gusta, habló de “disparos cruzados”, como si los policías se hubiesen enfrentado a tiros.
Podría ampliar su hazaña Mancera si después se sabe que “El Iván” no disparó contra la señora Cevallos Coppel. De estas autoridades podemos esperar cualquier cosa.
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