Se presentó el programa “Beneficios 2.0” de Banco Compartamos que brindará mayores beneficios para los clientes de Compartamos Banco que se han afectado por la contingencia sanitara.
El paquete “Beneficios 2.0” a partir del 8 de junio y hasta el 24 de julio, brindará la oportunidad de aplazar pagos y extender el plazo de los créditos, sin perjudicar su historial crediticio, además de la oportunidad de solicitar más capital para reactivar sus negocios; asimismo mantendrán la vigencia de su seguro de protección.
El director general de Compartamos Banco, Patricio Diez de Bonilla, detalló que todas las decisiones de la institución buscan que sus 16 mil colaboradores tuvieran su salud protegida. Además, se estableció un paquete de Beneficios 1.0, del 30 de marzo al 5 de junio, sus clientes tuvieron la oportunidad de avisar su realidad financiera para aplazar sus pagos.
Con esta oferta, Compartamos Banco refrenda el compromiso que tiene desde hace 30 años: brindar oportunidades de inclusión y bienestar para sus clientes, atendiendo sus necesidades financieras. Desde el comienzo de la contingencia, la institución ha implementado las medidas necesarias para acompañar a más de 2.6 millones de familias, buscando proteger su economía y la de sus comunidades.
“Estamos comprometidos con nuestros clientes y sus necesidades financieras, pues los hemos acompañado durante otras situaciones de emergencia y ésta no es la excepción. Las herramientas digitales han sido aliadas para comunicarnos y brindar seguimiento, siempre con la calidad y calidez que ha caracterizado nuestro servicio por 30 años”, comentó.
En este nuevo paquete se darán tres alternativas al cliente para tener créditos vigentes y se lanza la campaña “paga y gana”, que permitirá tener un plan de pagos para clientes que extiendan sus pagos a más tiempo. Este producto aplica a sus 2.6 millones de clientes.
Se tiene un plan de periodo de gracia para quienes no pueden realizar pagos y se le creará un paquete para que en un mes se reactive un plan para hacer frente a este reto económico.
Dijo que la fortaleza del Banco se refleja en sus 25 mil millones de pesos de cartera de manejo con crecimientos del 14% a diferencia del 2019 y con una amplia liquidez.
Nuestros clientes se han readaptado y quienes tienen comercio han cambiado su rubro de ventas y con financiamiento es que han logrado esta situación, de ahí, la importancia de mantener vigente sus esquemas financieros.
En los próximos tres meses se analizará que los clientes se mantengan vigentes en sus esquemas financieros adecuados y sigan.
La microempresa productiva que son sus mayores clientes son esquemas de venta de productos estableces, como es la ropa, alimentos, flores, fruta, etc. “Existe un impacto, pero de menor manera, debido a la adaptabilidad de los micronegocios, a diferencia del empleado común”, dijo.
Explicó que la pandemia conlleva a que muchas actividades se modifiquen, desde la interacción laboral, uso masivo de las nuevas tecnologías, relación con la clientela de forma remota, fomentar la comodidad de los individuos, protección de la salud de sus colaboradores.
El directivo bancario indicó que la educación financiera es un factor de impulso desde hace décadas y se establecieron esfuerzos para que la gente tenga un manejo adecuado de sus finanzas. “La gente valora sus derechos y obligaciones al adquirir un producto bancario”.
A futuro cercano se deberá no bajar la guardia y reforzar la educación financiera para que los clientes, como los propios bancos estén desarrollando productos en sinergia y en beneficio de ambos actores. Detalló que la infraestructura tradicional de la banca se ha concentrado en grandes ciudades y zonas conurbadas, mientras que a nivel nacional tener puntos transaccionales en regiones alejadas ha sido un gran reto. Por ello, la iniciativa privada apuesta a los puntos de tansacción económica no tanto a las nuevas sucursales.
El Banco del Bienestar serían insuficientes para México, ayudarán, pero la realidad es que la industria debe generar puntos de transaccionalidad convenientes para que las comunidades remotas tengan acceso a herramientas financieras y efectivos, cobros y pagos.
En el caso de Gentera tiene más de 40 mil puntos de tiendas de conveniencia, abarrotes, para realizar sus manejos financieros. “Debe ser una red hibrida, de sucursales, retail, uso de terceros y reducir usos de efectivo.
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