* Reforma política que ate manos a delegados: PRI
Una serie de desaciertos han dañado la imagen del jefe de Gobierno del Distrito Federal (GDF), Miguel Ángel Mancera. En menos de un año su nivel de aceptación ha caído.
Su errática forma de gobernar ha decepcionado a los capitalinos y lo peor es que ha perjudicado a diversos sectores de la población.
La desaparición y posterior asesinato de los 13 jóvenes que asistieron al bar Heaven cimbró a la opinión pública, pero el daño fue directo sobre las familias. No pudo con el problema y el gobierno federal terminó por hacerle la tarea.
Antes, ya se había registrado una serie de asesinatos, cuatro reconocidos oficialmente, en la zona ecológica del Cerro de la Estrella, delegación Iztapalapa, los responsables para el gobierno de Mancera: una jauría de perros.
Nadie quedó satisfecho con esa versión, pero se le dio carpetazo. Antes de que estallara el problema de los profesores de la Coordinadora magisterial (CNTE), le reclamaban por la inseguridad y la presunta presencia del crimen organizado. Ha negado tal versión, sin embargo, apenas el pasado 14 de este mes dos hombres fueron ejecutados en la delegación Tláhuac.
Atados de pies y manos y con huellas de tortura los abandonaron en la vía pública. La presunción es que fue un ajuste de cuentas del crimen organizado, ese que niega Mancera opere en la ciudad.
Otro golpe más, ahora al bolsillo de los pobres, a quienes presuntamente protege el partido que lo arropa, el PRD, ha sido el alza la tarifa del transporte público de pasajeros. Primero los camiones y taxis; después, el Metro.
Para el líder del PRI en el DF, Cuauhtémoc Gutiérrez, no hay motivo para tal incremento pues es precisamente ahora cuando el gobierno de Mancera tiene más dinero, por lo que podría mejorar el funcionamiento del Metro sin dañar la economía de los usuarios.
“Hoy por hoy, la ciudad, a través del Fondo de Capitalidad y del Ramo 33, tendrá más recursos que cualquier otro jefe de gobierno haya recibido; pero estamos viendo que los quieren aplicar para cumplir promesas de campaña”.
Sostuvo que la administración capitalina sangra a los contribuyentes para hacer su caja chica con miras a las alecciones del 2015. Dinero sí hay, pero no lo aplican para beneficio de la población.
En materia presupuestal, Mancera calificó como histórico el presupuesto aprobado por la Asamblea Legislativa del DF (ALDF), superior a los 156 mil millones pesos. Efectivamente, ríos de dinero, pero para los gobernantes; a los pobres se les castiga con alzas al pasaje e impuestos.
Como resultado de su forma de gobernar Mancera se ha enfrentado con las tribus perredistas, los cuales públicamente lo abuchearon en días pasados. Pelean por el botín político-económico.
Para el 2014, año previo a la elección para renovar las delegaciones políticas, se prevén más confrontaciones. El PRI, a la caza de los desaciertos de la administración local, la cual se quedó con las ganas de concretar en este año la reforma política del DF.
El PRI ya lo dijo va por una reforma política integral en la que se consulte a los especialistas, a las distintas fuerzas políticas y a los ciudadanos.
“Porque necesitamos una Reforma Política que le sirva a la gente y que considere que el Distrito Federal no sólo es la capital del país, sino la sede de los Poderes de la Unión”, afirmó la senadora priísta Ana Lilia Herrera Anzaldo.
“La Reforma del D.F. deberá servir también de contrapeso en las demarcaciones territoriales, ya que los jefes delegacionales son los únicos entes de gobierno en todo el territorio nacional que ejercen el poder de manera unipersonal”.
Se refirió a la necesidad de definir si se trata de una reforma administrativa o política con base en los criterios que se quieren modificar y reitero que en el Grupo Parlamentario del PRI están abiertos al análisis y discusión de una transformación política de la capital del país que le sirva a la ciudadanía, que se materialice en la gobernanza de la ciudad considerando cuatro elementos fundamentales para el bienestar de sus habitantes:
Una buena gestión administrativa, optimización del funcionamiento del sistema político-administrativo y la función pública, eficacia en el gobierno, y transparencia y rendición de cuentas.
La reforma debe incluir la creación de una estructura jurídico-legal uniforme y homogénea que garantice la resolución de conflictos entre límites delegaciones y éstas y la jefatura de gobierno, además del establecimiento de mayores y mejores mecanismos de rendición de cuentas de los servidores públicos que garanticen la responsabilidad de sus acciones.
Como se podrá apreciar ahora el gobierno de Mancera tendrá más trabajo político, sus adversarios van por la capital, de manera que si no pudo sentar las bases de su equipo, propios y extraños podrían debilitar aún más su administración.
alfredoibanezjuarez@yahoo.com.mx
Twitter:@ibanezalfredo
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