EL BUZÓN
ALFREDO IBÁÑEZ
Con una deuda de 880 millones de pesos, el municipio de Huixquilucan gobernado por el PRI, está entre los 10 ayuntamientos más endeudados a nivel estatal. Lo grave es que no se ve dónde se invirtió ese dinero pues la localidad y los habitantes están en el abandono.
Carlos Iriarte, actual líder del PRI, y su sustituto José Neyra tienen mucho que informar a la población y a las autoridades sobre el destino de los recursos millonarios de los contribuyentes.
Las calles lucen deterioradas, los baches proliferan lo mismo en la zona popular, tradicional que en la residencial.
En materia de servicios públicos, la situación es peor. No hay patrullas suficientes para dar respuesta a las exigencias de la población. Los trabajadores de limpia pagan la reparación de los camiones recolectores para poder recoger la basura.
Los motociclistas de tránsito compran con su salario uniformes y botas, porque sus superiores simplemente les dicen que no hay presupuesto.
La lista de carencias es enorme, pero también es lo concerniente a los dispendios que hace el gobierno del alcalde José Neyra González. Como ejemplo está la cantidad millonaria que mes con mes gasta por concepto de vales de gasolina que regala a trabajadores sindicalizados y a otros más.
Otro apoyo para ese gremio, mangoneado por Salvador Linares, es el pago de salarios a decenas de personas que todos los días trabajan en la edificación de lo que será su sede sindical. Es decir, cobran en el ayuntamiento, sin realizar ninguna función.
El pago de aviadores se suma a la lista, al igual que el desembolso que hace por el arrendamiento de diversos edificios curiosamente propiedad de allegados al PRI que por años han visto al gobierno local como un botín para enriquecerse a costa de la población.
La deuda supera los 880 millones de pesos, herencia que le van a dejar al alcalde entrante Enrique Vargas, el cual entrará en la disyuntiva de endeudar más al municipio o empezar a hacer ajustes concretos como adelgazar la obesa nómina que actualmente absorbe aproximadamente el 35 por ciento del total de los ingresos, sumado al pago de la deuda alcanza un desembolso superior al 70 por ciento.
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Con uno de los presupuestos municipales más altos, en el estado de México, 3 mil 656 millones de pesos, el gobierno municipal de Ecatepes, encabezado por Sergio Díaz se niega a invertir en infraestructura para el rubro educativo, y en servicios públicos básicos, denunció Antorcha Campesina, la cual recordó que impera la incongruencia y la desigualdad, pues pese a disponer de enormes cantidades de recursos públicos, ocupa el segundo lugar a nivel nacional en pobreza.
La dirigente local de esa organización Camelia Domínguez, dijo que Ecatepec, tierra del gobernador Eruviel Ávila, es uno de los municipios donde más dinero hay sin embargo las autoridades se niegan a impulsar la educación.
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