Al finalizar la Primera Reunión de la Alianza Global para la Cooperación Efectiva al Desarrollo Eficaz (AGCED), la organización Oxfam dio a conocer un balance de actividades en donde sobresale que:
«El hecho de que la AGCED está compuesta por gobiernos, organizaciones de la sociedad civil y empresas, hace que sea un equipo muy inusual, así que en realidad no sabíamos qué esperar de él. ¿Serán capaces de trabajar juntos ,¿lograrán alcanzar algún resultado?», pregunta Carlos Zarco, director ejecutivo de Oxfam México. «Pero ahora que la reunión en México ha terminado, podemos ver una tendencia clara: el espíritu de equipo está comenzando a crecer y los jugadores del sur son los que deben tomar la iniciativa.»
En comunicado de prensa se señaló que la AGCED está en condiciones de fijar una nueva tendencia en la cooperación al desarrollo. Con el 2015 a la vuelta de la esquina, la Alianza necesita urgentemente dedicar recursos en este sentido, ya que todavía no está totalmente clara la forma de avanzar.
Al llegar a México, las expectativas hacia la Alianza de Organizaciones de la Sociedad Civil para la Efectividad del Desarrollo (CPDE) eran muy altas. La desigualdad económica se ha identificado recientemente por el Foro Económico Mundial como el mayor riesgo para el progreso humano, y la Alianza está considerada, por muchos, como la mejor oportunidad de garantizar que el desarrollo funcione para los miles de millones de niños, niñas, mujeres y hombres que padecen pobreza en el mundo.
Esta semana, el gobierno mexicano demostró su compromiso para asegurar que el consenso entre los diversos actores fuera alcanzado. Había muchas batallas políticas detrás de escena y el gobierno mexicano hizo un gran trabajo en asegurarse de que el espíritu de Busan se mantuviera vivo. Se conservó el espacio para la sociedad civil dentro de la alianza, lo cual es crucial para asegurar que las voces de las personas que viven en pobreza sean escuchadas y sus necesidades cubiertas.
Ahora, como uno de los nuevos co-presidentes de la Alianza Global, México tiene una mayor responsabilidad de impulsar la implementación de los principios de Busan e impulsar el trabajo conjunto entre gobiernos, sociedad civil y empresas, así como la transparencia y la rendición de cuentas, para avanzar en la lucha contra la pobreza.
“Haciendo un balance de esta reunión, creemos que fue enriquecedora y se conservó el espíritu de los acuerdos de Busan. Pero aún así, en Oxfam estamos decepcionados en el tema de la transparencia respecto al uso de los recursos para el desarrollo y el Reporte de Monitoreo Global”, declaró Carlos Zarco.
En general, México proporcionó una base sólida y ahora los actores se van con energía renovada e ideas para actuar. «México fue el juego de calentamiento. Estoy muy contento de ver que los jugadores del sur tomaron la iniciativa y obligaron a los jugadores del norte a intensificar su juego. Vamos a ver hasta dónde nos llevará esto en la temporada del post 2015 «, concluyó Zarco de Oxfam
La cooperación Sur-Sur es un tema prioritario y Oxfam celebra que los países donantes y receptores están asumiendo el reto. Como los gobiernos del sur afirman su fortaleza y capacidad, deben garantizar que cuentan con el apoyo de todos los actores interesados a través de un enfoque inclusivo.
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