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No puede supeditarse la ciencia a interés económico, en el caso de OGM

En conferencia de prensa, La Unión de Científicos Comprometidos con la Sociedad (UCCS) fijó su postura sobre la retractación del estudio de Gilles-Eric Seralini y colaboradores, sobre el efecto del consumo de transgénicos u organismos genéticamente modificados (OGM) en ratas, y compartió muchos más estudios que demuestran daños en salud por consumo de alimentos derivados de transgénicos y de los agrotóxicos asociados a su producción.

Elena Álvarez-Buylla, científica de la UNAM y de la UCCS señaló que en el caso de los OGM y su ciencia relacionada no puede ser denostados en algunos medios de comunicación por interés de las empresas.

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Señaló que los resultados científicos fundamentan una prohibición total a la liberación de maíz transgénico en su centro de origen, como es México, ya que de lo contrario, la acumulación de transgenes se tornaría irreversible, y con ello se cancelaría la soberanía alimentaria, y se afectaría negativamente a los campesinos, a la producción del alimento básico y la salud de los mexicanos, así como a la seguridad alimentaria mundial.

Sobre el artículo de Gilles-Eric Séralini, dijo que dicho estudio encontró efectos tóxicos severos (daños al hígado, una mayor mortalidad en ratas y mayor propensión a tumores cancerígenos) en ratas alimentadas con maíz transgénico NK603® de Monsanto y por el herbicida glifosato, asociado a estos cultivos transgénicos y vendido por la misma compañía.

“La retractación de este artículo carece de argumentos científicos y viola la buena práctica científica, mientras que se ha ignorado la opinión de los expertos que aprobaron el artículo. Como sucedió con la retractación del artículo de Quist y Chapela en el 2001, en que se alertaba del peligro de escape de los transgenes a zonas no autorizadas para su siembra, en este caso se violan principios éticos fundamentales de la ciencia, a favor de intereses privados”.

En comunicado de prensa se informó que “éste no es el único estudio sobre impactos negativos en salud por el consumo de alimentos derivados de transgénicos”. Y compartieron una carta que David Schubert, experto en inmunología del Instituto Salk, de Estados Unidos, envió en fechas recientes al Presidente de México, Enrique Peña Nieto para informar sobre el tema, pero se lamentó que al momento no se ha dado respuesta a la misma. En dicha carta se resumen múltiples estudios que apuntan a que el consumo de transgénicos y los agrotóxicos que deben usarse en asociación con los mismos.

Ello debido a que la contaminación de maíz OGM impondría graves riesgos al ambiente y a la salud; además que implicaría un mega-experimento al que se sometería a 115 millones de mexicanos para cotejar la inocuidad del grano de maíz transgénico. “Los mexicanos seríamos sustitutos de conejillos de indias, desinformados e inermes y por nuestra cuenta propia y riesgo, pero sin contar con consentimiento explícito o controles, como se exige en cualquier estudio científico”, se denunció.

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