Beijing, China.- El gobernador mexiquense, Enrique Peña Nieto, dijo, aquí, que la confianza y reciprocidad son las premisas para fortalecer la cooperación y ensanchar las relaciones entre este país oriental y México.
Peña Nieto, quien concretó la gira de trabajo cancelada anteriormente por la crisis que vivió México, tras el asesinato del candidato priísta al gobierno de Tamaulipas, Rodolfo Torre Cantú, se reunió con Liu Qi, miembro del Buró Político del Comité Central del Partido Comunista Chino y otros funcionarios, durante su estancia por esta nación asiática.
China es, actualmente, una de las economías más pujantes del mundo. Registra crecimientos inusitados en todos los rubros del quehacer humano, aún durante la crisis económica del año pasado.
Esta nación posee un mercado verdaderamente envidiable de más de mil 300 millones de personas con capacidad de compra y presenta una gran oportunidad de explorar y explotar.
“Partimos de generar confianza que es fundamental para que se establezcan relaciones que sean productivas y benéficas para todos”, señaló Peña Nieto.
PRAGMATISMO EN POLITICAS PUBLICAS
Comentó que China ha logrado generar satisfactores sociales, condiciones de mayor bienestar y servicios elementales, como educación, seguridad y salud, porque tiene una visión pragmática en sus políticas públicas.
Por eso, reiteró, el ejemplo de China sorprende al mundo y, bajo esta visión, es como podemos darle un impulso a la actividad económica en México, “alejado realmente de paradigmas ideológicos, de disputas de partidos”.
Expuso que lo importante de esta visita “es favorecer la confianza que debe haber entre el gobierno, la autoridad y los inversionistas de este país”.
AUMENTAR INVERSION EN EDOMEX
Peña Nieto estuvo en este país oriental con el deseo de incrementar las inversiones chinas en el Estado de México, bajo la premisa de lograr una mayor cercanía que genere beneficios para ambos países.
México es uno de los principales destino de la inversión china en América Latina y muchas de ellas están radicadas en la entidad mexiquense.
“Creo que debe caber la reciprocidad en la relación que existe entre México y China; debemos favorecer por igual a quienes quieran invertir en China desde México y también apoyar la inversión que vaya de ese país a México”, dijo Peña Nieto.
Agregó que esto es fundamental porque “nos permitirá detonar más infraestructura y generar más empleos, a partir de inversiones que se realicen en servicios, actividades comerciales y en infraestructura que se realice en nuestro país”.
En respuesta, Liu Qi deseó a Peña Nieto que China y el Estado de México logren incrementar la cooperación y el intercambio cultural y comercial, en beneficio mutuo.
Precisó que su país abre muchas ventanas de oportunidad para México y el Estado de México, espacios que el gobierno chino impulsa bajo los cuatro principios que rigen sus relaciones exteriores: independencia, igualdad, respeto mutuo y no intervención.
Posteriormente, Peña Nieto se entrevistó con otros funcionarios y empresarios chinos a quienes ratificó la confianza que se tiene en la inversión extranjera en el Estado de México.
Entre éstos, con funcionarios, maestros y estudiantes de la Universidad de Estudios Extranjeros de Beijing (UEEB), encabezados por su rector, Yang Xueyi, a quien entregó una colección de la Biblioteca Mexiquense del Bicentenario para apoyar el estudio de la cultura mexicana, particularmente la del Estado de México. La colección se integra por 335 títulos y 205 libros digitalizados.
La UEEB tiene firmados convenios de cooperación con la UNAM, Colegio de México, Universidades de Colima, Veracruz y la Autónoma del Estado de México. Xueyi agradeció esta donación, hecha por Peña Nieto.
El Estado de México busca aumentar la inversión China en la entidad.
El mercado chino
China ha aumentado significativamente su peso en la economía mundial, principalmente en el sector productivo, comercio internacional y sector financiero. Su economía creció a una tasa promedio nacional de 9.67% desde 1978 y durante los últimos cinco años ha superado el 10%. Es una de las principales locomotoras del crecimiento mundial y la cuarta mayor economía del mundo con un PIB de 10,170 mil millones de dólares y una fuerte demanda de materias primas y energía. El consumo diario de combustible se estima en 6.3 millones de barriles de petróleo (8% del total mundial), su demanda de materias primas y metales creció 50% en los últimos años. Tiene mil 350 millones de personas con un crecimiento anual de 10-12 millones de euros (entre 180 a 200 millones de pesos). El 11% del país son tierras de cultivo, cuya desertificación crece a una tasa del 18% anual, que genera fuerte demanda de alimentos. En 2004, China ya era el mayor consumidor mundial de cobre, estaño, zinc, platino, acero y mineral de hierro; el segundo mayor de aluminio, petróleo, plomo, soya, níquel y oro. La expectativa del crecimiento de la clase media (19% de la población, se espera que en 2020 alcance el 40%) implica una mayor demanda. Importó 865.5 mil millones de dólares en los primeros once meses de 2007, que lo coloca tercero en el mundo en este rango. En un futuro próximo se esperan patrones similares, ya que el crecimiento no es sólo una necesidad del desarrollo económico, sino también una necesidad en términos de las cuestiones sociales y políticas en materia de empleo. Contribuyó a la subida de precios de determinados productos (como el hierro, oro, petróleo, soja) por su creciente demanda y al descenso de otros donde la producción supera el consumo nacional local (juguetes, textiles, prendas de vestir y la industria de productos electrónicos). Los flujos de efectivo de todos los tipos, que van en los países subdesarrollados, están altamente concentradas en unos diez países y China es uno de ellos.
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