El caso de la otomí Jacinta Francisco Marcial, por su propia naturaleza es una situación que a todos nos debe poner en alerta roja. Por desgracia no es la primera, ni la última, perdón si suena a excusa, pero no lo es, simplemente que a este espacio le llama la atención en otra vertiente.
Que conste, digo lo escribo para que no se vaya a pensar que nos desviamos del tema central, luego entonces lo que también llama la atención son los superpoderes de Jacinta para secuestrar a seis elementos de la AFI, armados y todo.
El caso de su sentencia a 21 años de prisión por esta privación ilegal de la libertad, serán los especialistas encargados de analizarla pues entiendo que hay tantos términos jurídicos que, por el momento, me niego a invocar.
Sin embargo sí abordaremos otro punto que resulta también fundamental iniciando con una pregunta; ¿Qué nos espera al resto de los mortales si una sola mujer, ojo que no es por condición de género, es capaz de secuestrar a seis elementos de la Agencia Federal de Investigación (AFI), preparados para la lucha en contra de la delincuencia y además armados?.
Dos cosas entonces pensaremos: La primera es que Jacinta tiene superpoderes o, secretamente, se entrenó con los Boinas Verdes estadunidenses, prácticas que le valieron la suficiente destreza como para desarmar, asustar y hasta dominar con la mirada 386.
La otra, la segunda pues, lleva relación con el cuestionamiento inicial. ¿Es tan chafa el entrenamiento a elementos de una corporación que se supone élite al grado de que tú, yo, el, ella con sólo mirarlos los derretimos como paleta a mediodía?.
Si es el caso de esta suposición, de que nuestros elitistas policías sucumben ante la mirada de una mujer y media docena de ellos son incapaces de reaccionar ante tal situación de crisis, entendemos entonces el por qué la maña anda como si nada en la calle y se tiene que echar mano de la milicia.
¿Por qué no entonces, digo es una pregunta opinión, en lugar de sentenciar a Jacinta a 21 años de cárcel, la nombramos capacitadora permanente de las fuerzas policiales federales. Qué tal, igual y en menos de lo que canta un emplumado resulta que nos entrega un pelotón que sea capaz de controlar situaciones harto complicadas en un pestañazo?. Digo, es nada más una sugerencia. Cierro pico.
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