Los juguetes interactivos son una herramienta didáctica en la actualidad, pues son de gran utilidad para mejorar la calidad educativa de los niños hablantes de lenguas indígenas, ya que los infantes interactuaran de forma lúdica usando su lengua materna.
En aras de impulsar este sector, el Laboratorio de Lengua y Cultura Víctor Franco (LLCVF), llevó a cabo la presentación de siete lenguas indígenas que estarán al alcance del público infantil gracias al talento de los investigadores del LLCVF del Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (CIESAS), quienes crearon juguetes y juegos interactivos en lenguas indígenas.
Este trabajo es coordinado por la Dra. Frida Villavicencio Zarza, quien desarrolló la nueva colección: Juguemos con… integrada por muñecos interactivos que responden en purépecha, náhuatl, wixarika y tutunaku; loterías interactivas que se pueden jugar en maya, náhuatl, mixteco o español.
Además, dentro de esta gama de juguetes didácticos, destaca la creación de un gusanito que al conectarse por medio del bluetooth, habla en lengua hñahñu. De acuerdo con la investigadora, “Juguemos con…, desarrollado entre 2015 – 2017 tiene como antecedente Juguemos en… (proyecto que se llevó a cabo entre 2010 – 2014)”.
Indicó que el proceso para transitar de los juegos a los juguetes interactivos, requirió del trabajo colaborativo de un equipo multidisciplinario integrado por lingüistas, antropólogos, educadores, diseñadores, artistas, y programadores en computación y robótica del INAOE, Centro del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT), al igual que el CIESAS.
Los juguetes de la colección están diseñados para niños de 0 a 6 años de edad que cursan la educación inicial y el nivel preescolar y favorecen la adquisición de la lengua materna.
Añadió que “el desarrollo de estos juguetes requirió de tres años de trabajo intenso desde que se determinaron las lenguas en las que se habrían de producir hasta la obtención de los prototipos que ahora se pondrán a prueba”.
En México existen 68 lenguas originarias, explicó la especialista, y se trabajaron siete: náhuatl y wixarika, mixteco y otomí, maya, tutunaku y purépecha, destacando que hablantes de esta lengua fueron participantes esenciales en la creación de estos juguetes.
“Son ellos los que proveen los conocimientos más representativos de su cultura y de su lengua, aseguran su pertinencia y los ponen al servicio de la creación de materiales significativos y lúdicos para apoyar la educación de sus nuevas generaciones, dijo la investigadora Villavicencio Zarza.
“Es por ello que me gustaría agradecer la participación de especialistas como: Genner LLanes Ortiz (maya-yucateco), Lizbeth Sánchez Ortiz y Aldegundo González Álvarez (Náhuatl de Cuetzalan), Tutupika Carrillo de la Cruz y Saúl Santos (wixarika), Teresa Cano Vázquez y Gabriela Lobato (Tutunaku), Rosa Guillermina Ascencio (purépecha), Juan Julián Caballero (mixteco) y de Zandra Pérez Velasco (LLCVF), además de mi gratitud, también quiero reconocer a los muchos y buenos amigos del LLCVF, hablantes y colegas que han dado su tiempo y han compartido sus saberes con nosotros para la educación indígena”, puntualizó.
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