A bordo del barco Rainbow Warrior de Greenpeace, integrantes de comunidades mayas de México llegarán a Cuba este 10 de enero para un intercambio de conocimiento sobre prácticas agroecológicas entre campesinos de ambos países con el fin de impulsar una política en favor de la agricultura ecológica en la Península de Yucatán.
Ésta también es la primera vez que la organización ambientalista visita Cuba y lo hace para promover el encuentro entre agricultores cubanos y mayas quienes han demostrado que la agricultura ecológica es posible.
Durante la visita de cinco días a la isla, apicultores y agricultores de Campeche y Yucatán recorrerán al menos cinco fincas: la Estación Experimental Indio Hatuey, el Instituto de Investigaciones Fundamentales en Agricultura Tropical (Inifat) y el Programa Nacional de Agricultura Urbana, Suburbana y Familiar donde se han desarrollado técnicas de agricultura ecológica que podrían replicar en sus campos.
Aleira Lara, líder del Programa de Agricultura y Alimentación de Greenpeace México, dijo que «Cuba es un referente a nivel mundial en agricultura ecológica. En la isla existen miles de casos exitosos de un modelo agrícola distinto, libre de agrotóxicos y transgénicos, que ha demostrado ser una alternativa viable para la producción de alimentos a un bajo costo, protegiendo la salud de las personas y conservando recursos básicos como el agua, suelos y la energía».
Cuando la agricultura cubana quedó sin recursos al desintegrarse la Unión Soviética, los campesinos cubanos, con sólo el 25% de las tierras cultivables, aplicando agricultura ecológica, fueron capaces de producir hasta el 65% del suministro de alimentos en la isla.
El motor de la revolución agroecológica cubana es la participación de más de cien mil familias -muchas de las cuales forman parte del movimiento Campesino a Campesino, y otros programas agroecológicos- que producen muchos más alimentos por hectárea que cualquier otra explotación comercial a través de prácticas agroecológicas basadas en la diversificación e integración.
«La mitad de los casi 800 millones de personas que pasan hambre en el mundo pertenecen a comunidades de pequeños agricultores. En cambio, en Cuba, los pequeños agricultores producen suficiente comida para ellos y además suministran el 90% de los vegetales y frutas que se consumen en el país. La apuesta de Cuba por la agricultura ecológica y los campesinos debe ser un ejemplo para el mundo», dijo Reyes Tirado, especialista en agricultura del Laboratorio de Investigación de Greenpeace de la Universidad de Exeter, Reino Unido.
En esta primer visita, también participan funcionarios del gobierno de Yucatán, estado recientemente declarado como Zona Libre de Transgénicos, para que conozcan de cerca la experiencia cubana en la institucionalización de políticas públicas de apoyo a la agricultura ecológica y puedan favorecer una declaración conjunta de los gobiernos de la Península -Campeche, Quintana Roo y Yucatán- para proteger las prácticas agrícolas de las comunidades mayas, como la milpa y la eliminación del uso excesivo de agrotóxicos que han contaminado cenotes y suelos de la región, así como de cultivos genéticamente modificados, máximo exponente de la agricultura industrial que amenaza la conservación de la diversidad de semillas y por ende la soberanía alimentaria del país.
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