José Isabel López Arroyo, investigador del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP), encabeza el trabajo para la erradicación del dragón amarillo, una enfermedad que padece el 25% de los cultivos de cítricos en México y que contribuyó a que el precio del limón alcanzara precios récord en 2014.
Al respecto, el investigador dijo que “esta enfermedad originaria de China −aunque también hay quienes afirman que proviene de la India− afecta a los cítricos dulces de nuestro país que son naranja, toronja y mandarina; además de los cítricos ácidos: limón persa, limón italiano y muy severamente al limón mexicano», de ahí la importancia de su erradicación.
Bajo los riesgos de la amenaza de una posible invasión de Huanglongbing (HLB) o dragón amarillo en territorio mexicano, hace ocho años comenzó la planeación de un proyecto para el manejo de esta enfermedad, cuyo financiamiento se obtuvo gracias al apoyo del Fondo Sectorial de la secretaría de Agricultura (Sagarpa) y el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt).
López Arroyo, quien fue líder en investigación de 2008 a 2013 para el manejo de dragón amarillo en el país, desarrolló –junto con un grupo interinstitucional de expertos en Huanglongbing, y con apoyo de este Fondo tres líneas de estudio para el control de poblaciones del insecto transmisor de esta enfermedad, conocido como psílido asiático de los cítricos, vector Diaphorina citri (Hemiptera: Liviidae).
Sobre la presencia de brote amarillo en cultivos de México, señaló que «los árboles de limones afectados durante el primer año sufrieron una reducción del rendimiento en 50 por ciento; esta situación, aunada a otros problemas fitosanitarios y sociales en el área citrícola, generó que el año pasado el precio del limón mexicano al consumidor alcanzara precios atípicos, determinados por la ley de la oferta y la demanda»
La primera de estas líneas de investigación es el control biológico, donde se dispone de diferentes organismos benéficos que pueden utilizarse contra el insecto transmisor de la enfermedad. A diferencia de los plaguicidas, el control biológico carece de efectos colaterales negativos, por lo que es viable ecológica y económicamente, y en consecuencia ampliamente aceptado en la sociedad.
La segunda línea de estudio de este proyecto es el uso de plaguicidas, para la cual se seleccionaron en su mayoría productos específicos y registrados para su uso en cítricos en el país, así como productos alternativos de aceptación en la citricultura orgánica. Además, se utilizaron solamente los que no representan problemas de residuos peligrosos para la comercialización, porque existe un gran número de insecticidas que han sido prohibidos por países que importan nuestros productos, lo que afecta la exportación de fruta fresca, jugo y aceite esencial proveniente de los cítricos.
La tercera y última línea de investigación es el conocimiento de la ecología del insecto. Al respecto, el investigador explicó: «El psílido asiático de los cítricos Diaphorina citries una especie invasiva y por lo tanto nueva para el país; fue esencial conocer la bioecología del insecto en las diferentes áreas agroecológicas de México”.
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