Un nuevo capítulo de la guerra del agua se desarrolla en el sur de Sonora. Las partes en pugna son: los medios urbanos, que requieren el recurso para calmar su sed, y los rurales del Valle del Yaqui, quienes lo necesitan para continuar sus cultivos agrícolas.
La “Manzana de la discordia” es la construcción de la presa El Novillo y su respectivo acueducto Independencia, en torno a la cual se ha creado un frente de batalla para echar por tierra esta obra que promueve el gobierno estatal.
El Novillo serviría para satisfacer las necesidades de agua de Hermosillo, región que desde siempre han enfrentado problemas de este líquido.
Frente a esos requerimientos, están los productores del campo del Valle del Yaqui, uno de los graneros del país, que solicitan el líquido para continuar con sus actividades agrícolas tradicionales de gran impacto nacional e internacional.
En medio se encuentra la tribu Yaqui, que es la bandera de los opositores a la construcción de El Novillo y su acueducto.
La Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) avaló la petición yaqui de volver a analizar la construcción de la represa y el acueducto Independencia.
El gobierno estatal, al mando de Guillermo Padrés Elías, ha hecho oídos sordos a tal requerimiento y la respuesta de los opositores fue tomar la carretera internacional México 15, desde hace varios días.
Nuestro colaborador invitado, Ricardo Chávez, ha seguido el problema con puntualidad y ha dado detalles de la forma en que se desarrolla esta batalla por el agua, desde sus inicios, en marzo del 2010.
“El fondo del problema del agua es un asunto de negocios solamente, es claro al no existir transparencia sobre la obra del acueducto”, sostiene el legislador del PRD en la entidad, Carlos Navarro López, según información de esta entidad.
El conflicto del sur de Sonora no es otro asunto que el de los negocios que se tienen entre unos cuantos referente al acueducto y la ilegalidad que existe desde el inicio de la obra hidráulica del vital líquido, precisó el legislador perredista.
Dijo que también existe total cerrazón de parte de los gobiernos estatal y federal para mediar en el conflicto del movimiento del “No al Novillo”. “No existe interés de parte de ambos por mediar e intentar el dialogo”, señaló.
Expuso que al “no tener respeto a la sociedad sonorense, pues menos se tiene idea de los usos y costumbres de los yoremes (yaquis). Por ello, el atropello cometido en contra de los mismos, hacia su territorio, su gobierno reconocido constitucionalmente; es un desprecio al pueblo yaqui y hacia el pueblo sonorense, la manera de cómo se gobierna es una manera autoritaria”.
Mientras, el diputado federal Antonio Astiazarán se reunió con integrantes de la tribu Yaqui con quienes acordó ser conducto para externar la necesidad de fijar un diálogo ante las instancias de gobierno correspondientes y que su voz se escuche. Lo anterior, derivado de la situación que priva en la Carretera Internacional México 15.
“Lo que debemos privilegiar es el diálogo y el respeto para poder encontrar la solución a cualquier conflicto, por más complicado que parezca”, subrayó.
Manifestó su preocupación por la situación que prevalece en la entidad, e hizo un llamado al Gobierno de Sonora a que en los hechos demuestre su disposición para abrir un diálogo abierto, franco y constructivo, que le ponga fin al conflicto existente.
La tribu Yaqui y el Movimiento Ciudadano por el Agua entregaron a Astiazarán Gutiérrez un escrito en el que se expone su sentir, el cual le pidieron hacerlo llegar a las autoridades federales, a través de Gobernación (Segob).
El documento lo firman Guadalupe Olea Sombras, gobernador de la Tribu Yaqui, y Juan Leyva Mendívil y Adalberto Rosas por el Movimiento por el Agua.
El escrito se le habría entregado el pasado martes 25 de este mes a la Segob con las conclusiones de este encuentro y, posteriormente, se informaría de los avances que resulten.
Confió en tener pronta respuesta para que regrese la gobernabilidad al estado e hizo el compromiso con miembros de la tribu Yaqui y ciudadanos de trabajar juntos en pro de la legalidad.
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