Comunitarias

Urbe 2009

REPORTE: CHIAPAS

Chiapas se ha caracterizado por ser una de las entidades con mayor riqueza nacional, pero explotada sólo parcialmente y por ciertos grupos privilegiados que mantienen en la inopia a la inmensa mayoría de sus habitantes, especialmente grupos étnicos. Las cosechas de café, cítricos y maíz están, por lo general, en manos de extranjeros; los hatos ganaderos, igual. Por eso, surgió en estas tierras el movimiento neozapatistas que ha pasado a mejor vida. Sirvió para cimentar un cambio que por la vía institucional no era la adecuada. Sobre ese nuevo horizontes, ahora se plantea la mecanización del agro estatal con la entrega de mil 500 tractores, la semana pasada, de un total de 2 mil 958 que hará esta administración pública federal. Así, la añoranza del agro milenario dará paso al industrial dentro de una visión general que logra unir los dos extremos de la explotación agropecuaria sin la prevalencia de uno de ellos.

MENOS AGUA AL VALLE

La Comisión Nacional del Agua (Conagua) informó que, desde este fin de semana, la menor dotación de agua a los Valles de México y Toluca se extenderá por 12 más, para pasar de 48 a 60 horas la disminución de abasto del líquido. Con esta medida se busca ahorrar agua en las presas del Sistema Cutzamala donde la sequía continúa y registran existencias por debajo de las tradicionales.

EL MUNDO SEGÚN MONSANTO

Monsanto, la multinacional que controla gran parte de la semilla que se vende en el mundo, fue, de nueva cuenta, sentada en el banquillo de los acusados por organizaciones agropecuarias que están contra el ingreso del maíz transgénico en México, entre las se cuentan Sin maíz no hay país; Red de Acción en Plaguicidas y sus Alternativas en México (Rapam) y Greenpeace. La base a esa condena fue la presentación de la directora de cine Marie Monique Robin, autora del libro y documental “El mundo según Monsanto”.

MUCHA MIEL EMPALAGA

Aún cuando el Presidente Felipe Calderón Hinojosa, felicitó a los integrantes del G-8 por comprometerse a reducir en 80 por ciento sus emisiones de dióxido de carbono causante del cambio climático global, de aquí al 2050, tomando como base la generación de GEI’s de 1990 y que el G-5, los países en vías de desarrollo, lo hagan en 50 por ciento, llama mucho la atención, que esas dos obligaciones, la de los ricos y los que lo aspiran a ser, no se haya incluido en la Declaración Conjunta. Hay que señalar que lo más importante de la Declaración Conjunta es: Cooperaremos para asegurar que la economía global reanude el crecimiento por una vía equilibrada, equitativa y sustentable para el beneficio de todos, en particular de los más vulnerables. Resistiremos el proteccionismo y promoveremos mercados abiertos para el comercio y la inversión. Contribuiremos a lograr la seguridad alimentaria y la seguridad energética. Apoyaremos a los países en desarrollo a resistir el impacto de la crisis y restaurar condiciones para su futuro progreso. Compartimos una visión común sobre el desarrollo y movilizaremos recursos para responder a la emergencia del desarrollo y para avanzar en el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo acordados internacionalmente, incluyendo los Objetivos de Desarrollo del Milenio. Estos entre otros son los compromisos que aceptaron los líderes de de Alemania, Brasil, Canadá, Estados Unidos, Francia, India, Italia, Japón, México, Reino Unido, China, Rusia, Sudáfrica y el presidente de la Comisión Europea, así como representantes de Egipto y Suecia. También se incluyó el fomento y empuje del desarrollo, difusión y la transferencia de mutuo acuerdo de tecnologías limpias y de baja emisión de carbono, reduciendo emisiones de carbono e incrementando la eficiencia energética de la producción al consumo, mejorando así la seguridad energética y el acceso. Reiteramos nuestra voluntad política para alcanzar una meta comprensiva, justa y efectiva, a partir del principio de responsabilidades comunes pero diferenciadas y capacidades respectivas en la Conferencia de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático en Copenhague, en diciembre.

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