No cabe la menor duda que el Estado de México es el número uno, prácticamente en todo. Si bien es cierto que es la entidad federativa con más ricos, también es el campeonísimo indiscutido con pobreza general y tercer sitio en lo que se refiere a pobreza extrema. Además, tiene un déficit cercano al medio millón de viviendas que se incrementa cada vez más. En lo que se refiere a la injusticia social, tampoco se queda atrás, dada su persistencia y enjundia.
De acuerdo con la última medición de la pobreza que hizo el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), nacional, estatal y municipal 2010, efectivamente, el Edomex es el número uno con más ricos: 2 millones 831 mil 78.1. Estas personas no tienen carencias.
Esta radiografía social se hizo en todo el país, y en todos los estados tienen sectores de extrema pobreza, incluso alimentaria; el Valle de México no escapa de ello.
También se pone en relieve que dicha entidad federativa es monarca indiscutida en cuanto al número de pobres con 6 millones 529 mil 744.65; no hay quien se le acerque. Sin embargo, en lo que toca a la pobreza extrema tiene que conformarse con la medalla de bronce; ese tercer sitio lo ocupa dignamente con 1 millón 308 mil 993.1 mexiquenses.
También ostenta un honroso tercer lugar y lucha cerradamente por el número dos, en cuanto a carencia alimentaria se refiere, con abultado marcador de 4 millones 809 mil 788.6 mexiquenses famélicos. En lo que refiere a la pobreza moderada, el Estado de México no anda nada mal, sino al contrario, pues en esa materia cuenta con 5 millones 235 mil 972.4 individuos.
También se indica que la población con ingreso inferior a la línea de bienestar (equivalente a 2,114 y 1,329 pesos mensuales para zonas urbanas y rurales, respectivamente) es de 7 millones 366 mil 891.4 mexiquenses; la población con ingreso inferior a la línea de bienestar mínimo (978 y 684 pesos mensuales para áreas urbanas y rurales, respectivamente) es de 2 millones 191 mil 802.4 individuos.
Pone en relieve que la población vulnerable por carencia social abarca al 33 por ciento de los habitantes de la entidad federativa, el rezago educativo afecta al 18.5 por ciento, las personas que no tienen acceso a los servicios de salud es el 35.5 por ciento.
La carencia por calidad y espacios de la vivienda la padece el 12.9 por ciento de los mexiquenses, mientras 15.8 por ciento sufre la falta de servicios básicos en la vivienda. La población con, al menos, una carencia llega al 76 por ciento, en tanto que la que tiene tres es de 28.1 por ciento.
Por lo que toca a la vivienda, los estudiosos indican que el déficit en esta materia es cercano al medio millón y que cada año se incrementa, dado el crecimiento natural de la población local y por la migración, en especial, los expulsados del DF que no pueden pagar los altos costos de las casas.
De acuerdo con información proporcionada por la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción en el Estado de México, en 2007 se hicieron 43,123 casa-habitación; 2008, 56,994; 2009, 75,164; 2010, 42,576 y 2011, 65,447.
Según los especialistas, para que el Estado de México cubra la nueva demanda de vivienda anual debe hacer más de 73 mil, de lo contrario continuará incrementándose el rezago, mismo que es uno de los más importantes.
POBREZA MUNICIPAL
Por lo que toca al ámbito municipal, hay que señalar que ninguno se salva de tener pobreza en cualquiera de sus diversos umbrales, pero tampoco de tener ricos, según el Coneval. Aunque eso sí, el nivel de pobreza que existe es tan grave que se encuentra en primer lugar mundial, junto con la injusticia social que se ejerce en el la zona latinoamericana.
En el renglón de los 2,456 municipios, que tiene el país, con mayor número de personas en pobreza, el Estado de México no se puede quedar a la zaga y de los primeros 15 ligares tiene incluidos a 4 comunas: Ecatepec, tercero, 723,559; Nezahualcóyotl, séptimo, 462,405; Toluca, octavo, 407,691; Naucalpan, décimo quinto, 264,041.
Respecto al rubro de los primeros 15 municipios del país con mayor número de personas en pobreza extrema, el Estado de México también cuenta con 4 representantes; hélos aquí: Ecatepec, cuarto, 107,023; Toluca, séptimo, 66,938; Chimalhuacán, décimo tercero, 57,149 y décimo quinto, Nezahualcóyotl, 56,663.
Pobres, favorecidos con la crisis; los ricos fueron más perjudicados
Efectivamente, la desigual creció en México, estoy de acuerdo con la OCDE, pero tienen que leer las letras chiquitas que dicen que de 1984 a 1998. Pero yo también puedo decir hoy, como lo indica la OCDE, que la desigual disminuyó del 2000 al 2008. Aún más en 2010, así lo dijo al Presidente Felipe Calderón Hinojosa al reclamar la nota que se publicó en los periódicos, donde se generaliza y no se tiene el cuidado de leer las letras chiquitas. Asimismo, apuntó que el problema se debió a que a México le pegó la crisis del 82, 87 y 94. Fue una inflación terrible que pulverizó el ingreso de los más pobres; por eso aumentó la desigualdad. Pero que hay que decir que bajó. Empezó a bajar en el año 2000. Y ha bajado consistentemente desde entonces. El Mandatario explicó que es muy distinto decir: La desigualdad se aumentó entre 1984 y 2008, que la desigualdad bajó del 2000 al 2008. Sí hubo una baja en el ingreso, que todos los mexicanos resentimos, particularmente los de más alto ingreso que llegaron a perder, en promedio, 12 por ciento de su ingreso, una pérdida muy fuerte por la crisis económica; los más pobres no perdieron. Al contrario, logramos compensar el efecto de la crisis en los dos deciles más pobres y por esa razón la desigualdad se redujo, por primera vez en la historia de México, a lo largo de una crisis. Tuvimos una contracción del ingreso, ahí los mexicanos sufrimos mucho, pero la verdad es que le metimos muy fuerte para proteger a las familias más pobres del país. Le metimos mucho más dinero a Oportunidades, aumentamos el ingreso de Oportunidades para las familias más pobres. Además, aceleramos el Seguro Popular. Entonces, los más pobres no tuvieron que gastar en lo que siempre los arruinaba, que era cuando se enfermaba un hijo, el papá o el hermano. Regalamos las medicinas para quien tiene VIH-SIDA y otros. Incorporamos el tratamiento del cáncer. Aceleramos programas de proyectos productivos, FONAES. Aceleremos el gasto en pueblos indígenas. Aceleramos el gasto en infraestructura.
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