Luego de un exitoso periodo de exhibición en el Museo de la Revolución en la Frontera (Muref), Ex Aduana de Ciudad Juárez, en el estado fronterizo de Chihuahua, donde acudieron más de 35 mil personas a admirar la exhibición Mamut: el gigante de la prehistoria, que presenta el esqueleto armado en pie del Mamut de Ecatepec (municipio del Estado de México, en el centro del país); este ejemplar de la especie más representativa de la Era de Hielo continúa su periplo por el norte de México.
Ahora esta muestra abrió sus puertas al público, en el Centro de Visitantes de la Zona Arqueológica Cerro de Trincheras, en la región del desierto del estado de Sonora (en el pacifico mexicano), a más de 220 kilómetros de la ciudad de Hermosillo.
La osamenta original de mamut, procedente de la Cuenca de México, fue rescatada, estudiada y ahora conservada por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH). La exposición está compuesta por 132 piezas (120 originales y 12 recreadas) armadas y montadas en pie para la exhibición del esqueleto completo, que corresponde a un adulto joven, macho, fechado por su relación con las capas del depósito de hace 10,500 a.C.
Para esta exposición, el Mamut de Ecatepec se acompaña de contenidos que detallan su existencia en el pasado prehistórico, bajo la asesoría académica de la investigadora Guadalupe Sánchez Miranda, investigadora asociada al Centro INAH Sonora, quien explica que fue uno de los grupos con amplia distribución en México durante la época del Pleistoceno fueron los proboscídeos (mamíferos con trompa), de los cuales había estas especies:
El Mamut colombino, mastodonte americano y los gonfoterios. El ejemplar en exhibición fue identificado como Mammuthus columbi, de los animales más grandes del planeta, con una altura superior a los cuatro metros y un peso de 10 toneladas. Necesitaba comer alrededor de 200 kilogramos de alimento diario y beber 250 litros de agua. Su gestación duraba 22 meses y posiblemente llegó a vivir alrededor de 80 años.
La especie más representativa de la Era de Hielo vivió en Norteamérica y se extinguió hace 11,000 años. Aunque es proboscídeo, no es ancestro del elefante moderno que alcanza tres metros de altura y pesa seis toneladas. Pero hace seis millones de años, compartieron un ancestro común.
En el recorrido museográfico se explica que los numerosos lagos y pastizales del centro de México, fueron el hábitat natural de esta especie, donde encontraba suficiente comida y agua para abastecer sus amplias necesidades. En esta región se han hallado por lo menos 120 ejemplares de mamut. Pero contrario a lo que uno se pudiera imaginar, en el desierto sonorense también se han descubierto dientes y defensas, así como restos de mamut por lo menos en 26 sitios paleontológicos en el estado.
Esto porque hace 13,000 años no existía el desierto de Sonora. De acuerdo a los estudios de reconstrucciones ambientales en el sitio La Playa, localizado a 10 kilómetros de Trincheras, la vegetación del ahora árido valle estaba representada por una sabana de pastizales con yuca, táscate y encino, así como algunos pinos en los cerros. En ese ambiente mucho más frío y húmedo pudo vivir el gigantesco mamut, junto con otros herbívoros: bisonte, camello y caballo prehistóricos, de los que también se han hallado restos en La Playa.
La conformación del desierto de Sonora fue una de las causas de su extinción, así como la presencia humana que los cazaba, explica la museografía. Asimismo, destaca la convivencia que hubo entre los primeros pobladores de América y el gigantesco mamut. En Norteamérica y México, los arqueólogos han investigado 18 sitios de caza de megafauna, de los cuales 15 son sitios de caza de mamut y dos de mastodonte.
En Sonora se encuentra el único sitio de caza de gonfoterio encontrado hasta la fecha en el sitio denominado El Fin del Mundo, a 50 kilómetros al sur de Trincheras, en el municipio de Pitiquito, donde se hallaron las evidencias de que una banda de cazadores Clovis establecieron un campamento y cazaron a dos gonfoterios.
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