Conocer los riesgos a los que se enfrentan diversas zonas del país como deslaves, inundaciones y enfermedades transmitidas por vectores, como el dengue, son fundamentales para proteger a la sociedad, su salud, su economía y su patrimonio de los efectos relacionados con el cambio climático. Es por ello que este martes, durante el segundo día de actividades del Tercer Encuentro Nacional “México ante el Cambio Climático”, se presentó el “Atlas Nacional de Vulnerabilidad al Cambio Climático”.
“El Atlas es una herramienta que muestra la vulnerabilidad territorial, actual y futura, relacionada con el clima para contribuir en la toma de decisiones en materia de adaptación al cambio climático y no sólo muestra la vulnerabilidad, sino muestra por qué son vulnerables los municipios”, destacó la Dra. Margarita Caso, Coordinadora General de Adaptación al Cambio Climático del Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (INECC).
México es uno de los países más vulnerables al cambio climático, por lo que la especialista destacó que es importante considerar que no se puede hablar de la vulnerabilidad del país o de un municipio en general, sino que se requiere de preguntas específicas como ¿De qué o de quién?, si se refiere a bosque de niebla, a infraestructura o poblaciones de comunidades costeras; ¿A qué?, como variaciones de temperatura, precipitaciones, huracanes, sequías, heladas, etcétera; y ¿En dónde? como municipios costeros, litorales, cuencas, entre otros.
Durante la presentación Daniel Iura González, Director de Análisis y Servicios Ambientales Hidrológicos para la Adaptación del INECC, explicó que “Más allá de esta herramienta para la toma de decisiones, el Atlas busca dar recomendaciones para implementar acciones de adaptación a fin de disminuir la vulnerabilidad al cambio climático y es importante porque abrió una ventana de diálogo con diferentes sectores y generó una visión común de lo que llamamos vulnerabilidad”.
Para esta herramienta, se tomaron en cuenta tres variables: la exposición, es decir, el carácter, la magnitud y variación del clima; la sensibilidad, que se refiere al grado de afectación por variabilidad climática o el cambio climático; y la capacidad adaptativa, que son las capacidades y recursos institucionales que permitan detonar procesos de adaptación.
Las vulnerabilidades evaluadas en la primera fase de esta herramienta son: inundaciones, deslaves, enfermedades transmitidas por vector (dengue), producción ganadera por inundaciones y aridez, producción de forrajes por inundaciones y la distribución potencial de especies. Tambien se incluye la brecha de género en los municipios, lo que permite identificar las amenazas en cada municipio en hombres y mujeres.
“Todos los municipios están en riesgo, pero el Atlas permite saber en qué son vulnerables, permite saber por la ubicación geográfica, los programas de protección civil, las medidas preventivas, entre otros, para poder actuar y prevér posibles desastres ante los efectos del cambio climático, además de proporcionar información a los tomadores decisiones”, explicó, Iura González
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