Más de ocho décadas después de que Europa padeció los horrores del régimen nazi siguen surgiendo documentos que prueban hasta dónde llegaron los experimentos médicos que en esa época se realizaron en humanos, como ocurrió con niños que nacieron con alguna discapacidad o condición física diferente.
En Los niños de Asperger, publicado bajo el sello editorial Planeta, la autora Edith Sheffer saca a la luz la historia del médico pediatra austriaco Hans Asperger, quien al amparo del Tercer Reich fue una pieza fundamental en sus políticas de exterminio.
«Durante mucho tiempo se creyó que Asperger fue una persona que se resistió al Tercer Reich. Pero el trabajo que realizó está vinculado al auge del nazismo y de sus mortales programas científicos», afirma la autora.
Para ello, se remite al centro Am Spiegelgrund, que tras la fachada de ser un complejo de rehabilitación en Viena, la capital austriaca, escondía extraños tratamientos y métodos a los que fueron sometidos niños con dispacidad, quienes en pocos días encontraban la muerte para desconsuelo de algunos de sus padres, porque otros estaban de acuerdo con esas prácticas.
“Durante los primeros años del programa, los oficiales clasificaron a la mitad de las víctimas como ‘débiles mentales’, a un cuarto con esquizofrenia y al siguiente porcentaje mayor con epilepsia”, escribe la autora.
“Dado a que estos padecimientos se convirtieron en las categorías principales por las que se podía condenar a muerte a niños y adultos en los programas de eutanasia, la intención de estos esfuerzos puede considerarse equivalente al genocidio psiquiátrico. La meta era erradicar a las personas con cierto tipo de mente”, agregó.
En ese cometido, los conocimientos y actuar del doctor Hans Asperger, cuyo apellido se inmortalizó al dar nombre a una condición dentro del espectro autista, contribuyeron a la muerte de decenas de personas que formaron parte de programas de eugenesia y eutanasia desarrollados por el régimen instaurado por Adolfo Hitler.
“El exterminio de niños fue el primer sistema de homicidio en masa del Reich. Se estableció durante la transición de las medidas de higiene racial, como la esterilización de los ‘enfermos por herencia’, a la exterminación masiva. A diferencia de las otras formas de exterminio que emergían bajo el régimen nazi, la eutanasia infantil se concibió como un aspecto legal y permanente del sistema de salud de Reich”.
Edith Sheffer, es historiadora de Alemania y Europa Central, académica del Instituto de Estudios Europeos de la Universidad de California, Berkeley, y madre de un niño con autismo. Es autora de Burned Bridge: How East and West Germans Made the Iron Curtain, por el cual obtuvo el Premio Fraenkel y el Premio Paul Birdsall en Historia Militar y Estratégica Europea.
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