Estudios antropológicos y psicológicos demuestran que el dolor no es sólo la relación que existe entre la persona y una lesión concreta, sino el resultado de experiencias previas, así como de la capacidad para comprender las consecuencias de un traumatismo más allá de la aflicción.
El dolor es una experiencia sensorial y emocional que pueden experimentar todos aquellos seres vivos que disponen de un sistema nervioso central, aquella que está asociada a una lesión tisular (de los tejidos del organismo o relacionado con ellos) o expresada como si esta existiera.
El Dr. Marcelo José Villar, escribe en el libro “Qué es el dolor”, de la editorial Paidós, una breve historia de lo que representa el dolor, sus conceptos filosóficos y científicos, sus funciones fisiológicas, sus componentes sensoriales, mecanismos moleculares y las particularidades biológicas del dolor crónico.
Comparte algunos casos particulares de pacientes, lo que sucede en los niños y los ancianos. Aborda cómo tratarlo, donde las terapias alternativas piden la palabra, uno de los desafíos más urgentes, pero también más difíciles de la medicina. Qué es el dolor nos lleva a entender el padecimiento como el producto de un conjunto de mecanismos neurofisiológicos que modulan la información del daño físico a diferentes niveles.
“Los dolores pueden ser agudos como una daga o sordos como una presencia fantasmal. Nuestros placeres nos conectan con el mundo, pero el dolor nos aísla. Hay personas que viven con el dolor provocado por patologías o lesiones. Desde el punto de vista evolutivo, el dolor es una adaptación providencial”, explica en el prólogo Nora Lía Bär, periodista científica, editora y columnista argentina.
¿Es posible un mundo sin dolor? Se pregunta el Dr. Marcelo José Villar en su capítulo final: Una utopía que aúna voluntades, en el que concluye que “la sucesión de avances que hemos visto en el tratamiento del dolor y la variedad de técnicas que se encuentran hoy disponibles nos llevan a pensar, con mayor fundamento, que el tratamiento del dolor puede ser factible en la gran mayoría de personas que lo padecen de distintas formas, pero en particular en el caso de los dolores crónicos”.
Marcelo José Villar, se graduó como médico en 1979 en la Universidad de Buenos Aires y en 1985 obtuvo su título de doctorado con calificación sobresaliente. Posdoctorado en Estocolmo, en el Departamento de Neurociencias del prestigioso Karolinska Institutet.
Desde 1986 ha sido coordinador del Comité de Investigación del Hospital Universitario Austral. Fue rector de la misma de 2008 a 2013. Actualmente es investigador principal del Conicet, en Argentina, profesor en la Facultad de Ciencias Biomédicas y presidente del Parque Científico, Tecnológico y Empresarial de la Universidad Austral.
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