En aras de seguir fomentando el ecoturismo en una región emblemática del estado de Durango, la Secretaría de Turismo de la entidad invita a conocer una zona mística y muy reconocida por los turistas, esto debido a su fama por el magnetismo presente, sus luces de la noche que despiertan incógnita, las investigaciones del fenómeno ovni, etc, que hacen de la Zona del Silencio, un sitio de gran atractivo por conocer.
Este sitio se puede accesar al pueblo de Ceballos, Durango, desde donde deben transitarse 55 km hacia el este por brecha.
Cabe recordar que en tiempos prehistóricos, Durango estaba cubierta por el Mar Thetis, lo cual explica la gran cantidad de fósiles marinos que se encuentran en ella, aproximadamente hace un millón de años este lugar adquirió su constitución actual y que con el paso del tiempo se fuera ganando el mote de zona del silencio.
Su nombre proviene de una leyenda urbana en la que se dice que las ondas de radio no pueden ser transmitidas de manera normal. Ya que en el año de 1970 fue lanzado un misil desde una base militar cerca de Green River, Utah, direccionado al polígono de misiles de White Sands, este perdió el control y cayó en la zona.
El cohete cargaba 2 contenedores de cobalto 57, un elemento radiactivo, después de lo acontecido un equipo de especialistas llegaron para buscar el misil, después de semanas de búsqueda se transportaron los restos de vuelta a la base; a raíz de este suceso surgieron mitos e historias sobre el área, entre ellas la que dice que es imposible la transmisión por radio, mutaciones de la flora y fauna o visitas de extraterrestres.
En 1974 se instituyó en la zona una reserva de biosfera, que inició bajo la dirección del Instituto de Ecología, con la participación del Gobierno del estado de Durango, CONACYT, INIREB, IPN, SEP, Comités MaB-México y MaB-E. U., École Normale Supérieure de París, Universidad de Arizona, Musée National d’Histoire Naturelle de París, UNAM y otras organizaciones.
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