En un nuevo informe del Banco Mundial se señala que si bien Internet, los teléfonos móviles y otras tecnologías digitales se están extendiendo rápidamente en todo el mundo en desarrollo, los dividendos digitales esperados están por debajo de las expectativas, y el 60 % de la población mundial sigue sin poder participar en la economía digital en constante expansión.
Según el nuevo Informe sobre el desarrollo mundial 2016: Dividendos digitales, cuyos autores son los codirectores Deepak Mishra y Uwe Deichmann, los beneficios de la acelerada expansión de las tecnologías digitales han favorecido a las personas adineradas, cualificadas e influyentes del mundo, que están en mejores condiciones de sacar provecho de las nuevas tecnologías. Además, si bien el total de usuarios de Internet se ha triplicado con creces desde 2005, hay 4000 millones de personas que todavía no tienen acceso a Internet.
Al respecto, Jim Yong Kim, presidente del Grupo Banco Mundial, dijo que “las tecnologías digitales están transformado el mundo de los negocios, del trabajo y de la administración pública. Debemos continuar conectando a todas las personas para que nadie quede a la zaga, porque la pérdida de oportunidades tiene un costo altísimo. Pero para que los dividendos digitales puedan compartirse ampliamente entre todos los segmentos de la sociedad, los países también deben mejorar el clima de negocios, invertir en la educación y la salud de las personas, y promover el buen gobierno”.
Si bien hay muchos casos individuales de éxito, hasta ahora el efecto de la tecnología en la productividad mundial, en la ampliación de las oportunidades para los pobres y la clase media, y en la propagación de la gobernanza responsable ha sido mucho menor que el esperado. Las tecnologías digitales se están expandiendo rápidamente, pero los dividendos digitales han quedado a la zaga.
Cabe mencionar que las tecnologías digitales pueden promover la inclusión, la eficiencia y la innovación. En África oriental, más del 40 % de los adultos utilizan su teléfono móvil para pagar las cuentas de servicios. En China hay 8 millones de empresarios —un tercio de los cuales son mujeres— que utilizan plataformas de comercio electrónico para vender productos internamente y realizar exportaciones a 120 países. En India se ha proporcionado una identificación digital única a casi 1000 millones de personas en cinco años, se ha incrementado el acceso a los servicios públicos y se ha reducido la corrupción en dichos servicios. Y en los servicios de salud públicos, el uso de simples mensajes de texto ha resultado eficaz para recordar a las personas con VIH que tomen los medicamentos que pueden salvarles la vida.
Para que se pueda cumplir plenamente la promesa de desarrollo que encierra una nueva era digital, el Banco Mundial recomienda dos cursos de acción principales: acortar la brecha digital haciendo que Internet sea universal, accesible, abierta y segura; y reforzar las regulaciones que garantizan la competencia entre empresas, adaptar las habilidades de los trabajadores a las exigencias de la nueva economía, y promover instituciones responsables —medidas que en el informe se denominan complementos analógicos de las inversiones digitales.
Por su parte, Kaushik Basu, primer economista del Banco Mundial, dijo “el hecho de que en la actualidad el 40 % de la población mundial esté conectada a través de Internet es una transformación impresionante. Y si bien estos logros deben celebrarse, también debemos ser conscientes de no crear una nueva subclase social. Dado que casi el 20 % de la población mundial no sabe leer ni escribir, es improbable que la expansión de las tecnologías digitales por si sola signifique el fin a la brecha de conocimientos que existe en el mundo”.
Las estrategias de desarrollo digital deben ser más amplias que las estrategias del sector de las tecnologías de la información y las comunicaciones (TIC). Para obtener el máximo provecho, los países deben crear las condiciones adecuadas para la tecnología: regulaciones que faciliten la competencia y el ingreso en el mercado, habilidades que permitan a los trabajadores aprovechar las oportunidades que ofrece la economía digital, e instituciones que rindan cuentas a las personas. Las tecnologías digitales pueden, a su vez, acelerar el ritmo de desarrollo.
Mensajes principales para América Latina y el Caribe:
• En América Latina, menos de 1 de cada 10 hogares pobres está conectado a Internet.
• Más de 100 millones de personas no están conectadas en América del Norte, principalmente en México.
• La proporción de empresas que venden sus productos en línea varía sustancialmente entre los países de América Latina con un PIB per cápita similar. En Bolivia, el 52 por ciento de todas las empresas con al menos cinco empleados en el sector minorista vendía sus productos en línea en 2010. Con un PIB ligeramente superior, sólo el 14 por ciento de las empresas de Perú vendía en línea, mientras que sólo el 18 por ciento y el 27 por ciento lo hacían en Brasil y Panamá, respectivamente. En México y Uruguay, cerca de la mitad de todas las empresas minoristas vende en línea. En Argentina este porcentaje asciende al 62 por ciento.
• En Honduras, los agricultores que recibieron los precios de mercado a través de SMS reportaron un incremento del 12,5% en los precios de sus ventas.
• En las áreas rurales de Perú, el acceso a teléfonos móviles aumentó el consumo real de los hogares en un 11% entre 2004 y 2009, y redujo así un 8% pobreza y un 5,4% la pobreza extrema.
Comentarios Cerrados