El abasto de agua en asentamientos urbanos, como la Ciudad de México, es cada vez más difícil, por lo que expertos de organismos públicos y privados buscan alternativas sustentables para enfrentar retos como el crecimiento de la urbe, aunado a la disminución de un bien no renovable como lo es el recurso hídrico.
Se prevé que, si no se toman medidas, para el año 2030 según un informe del Banco Mundial, se necesitarán tres sistemas como el Cutzamala para abastecer del recurso hídrico a todo el Valle de México.
Cada año caen más de 1,489 mil millones de metros cúbicos de lluvia al año en nuestro país, una cantidad que en muchos casos se desaprovecha, ya sea porque se evapora o termina en el drenaje sin ser tratada.
Ante este panorama, se busca el desarrollo de soluciones innovadoras que permitan el acceso a agua de calidad, como por ejemplo el uso de lluvia, ya que se trata de un recurso renovable que puede usarse y almacenarse para realizar las principales actividades diarias de casas y comercios.
La captación pluvial se perfila como una opción que puede ayudar a fortalecer, en forma significativa, el abasto del vital líquido.
El agua de lluvia ofrece el acceso a un líquido de calidad que se puede utilizar para realizar acciones de limpieza, ya sea industrial o doméstico, en los servicios sanitarios e inclusive en actividades de riego, lavado de pisos, ropa, coches, entre otros usos.
“Una de las barreras para que las personas aprovechen este líquido natural, es que no se cuenta con sistemas que facilite, la conducción y almacenamiento de lluvia, por lo que es importante contar con sistemas de Captación Pluvial para ayudar ampliar el acceso de más y mejor agua”, declara Ernesto Rodríguez, director de Innovación de Rotoplas.
Algunas compañías como Rotoplas ya han implementado este tipo de sistemas en zonas rurales obteniendo como resultado a la fecha, más de 1.3 millones de beneficiarios con este sistema, sin embargo, la problemática en la ciudad requiere de una solución especial para que cada gota de lluvia tenga un verdadero rendimiento ya sea industrial o doméstico, en los servicios sanitarios e inclusive en actividades agrícolas o en las actividades diarias como el riego de jardines, con lo que además se brinda un ahorro directo de agua potable.
Ernesto aseguró que con este sistema se puede tener un ahorro de hasta un 30% de agua potable que garantiza el abastecimiento y almacenamiento en caso de no tener acceso al líquido vital. Además, de que su instalación es muy sencilla y no se requiere de mano de obra especializada.
Esta solución es sinónimo de ahorro económico en el pago del recibo y sobre todo en evitar la compra de pipas o en el transporte para buscar o comprar el agua.
El directivo agregó que “el uso de estos sistemas incentiva al uso de ecotecnologías que contribuyen al desarrollo sustentable de las ciudades. Lo anterior favorece al medio ambiente al reducir el consumo de agua y energía, conservando las reservas en ríos y lagos, evitando la sobreexplotación de los mantos acuíferos”.
También se reduce de manera considerable la cantidad de lluvia que entra al sistema de drenaje, evitando que se sature, mitigando así las inundaciones y ayudando a resolver graves conflictos en la Ciudad de México.
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