La empresa de aditamentos de la construcción USG dio a conocer que los sectores A y B de viviendas, así como edificios de casas de interés social como de oficinas están apostando por ligereza y facilidad de levantamiento por sistemas de tablarroca y otros sistemas de maquila sustentable para su edificación.
Siendo un pendiente que los sectores sociales C hacia abajo, que son más del 70% de las casa en una ciudad, aún apuestan en casi un 100% de las ocasiones en el uso masivo de tabique u block de concreto en sus edificaciones, que detalló, Omar Martínez, director comercial y de mercadotecnia de USG México, poco a poco va cambiando con el uso de tablarrocas para segundos o terceros pisos.
Aceptó que las legislaciones actuales y futuros cambios que se realicen coadyuven para que la población adopte estos sistemas y aditamentos de construcción. Aunque, pese a ello, la empresa registra un crecimiento de entre el 9 y 11% de años pasados como espera se tenga en este 2017.
Detalló que un muro de tablarroca equivale a una generación de cuatro veces en emisiones de dióxido de carbono que uno de block de cemento y un ahorro en seis veces la energía invertida en su edificación.
Explicó que esta empresa en seguimiento a este tipo de fomento de uso de productos verdes, en 2016 se destinaron 24 millones de dólares (0.6% de las ventas anuales globales), en investigación de nuevas formas de construcción con visión sustentable.
Lo cual, refuerza su meta de disminución del 50% de la huella de carbono en tableros y plafones, siendo la primera manufacturera en unirse al Reto Arquitectónico 2030.
Dijo que “en USG estamos seriamente comprometidos con la mejora de nuestro planeta. Para nosotros la sustentabilidad es y ha sido un estándar desde hace 100 años”.
Además que la empresa evalúa el ciclo de vida del 100% de su portafolio y productos, con el objetivo de disminuir 20% sus emisiones de gases efecto invernadero y reducir al 50% el depósito de desechos industriales al 2020.
Igualmente se fomenta el reciclado de materiales en el uso de tablarrocas y sean productos amigables con el medio ambiente. Así como fomentar el uso mínimo de agua en los procesos productivos; uso de recursos locales a lo largo de la cadena de valor, entre otros esfuerzos, como la disminución del consumo de energía en las líneas de producto o el uso de combustibles limpios.
Sin olvidar que un edificio certificado como verde propicia diversos beneficios para sus habitantes, en este caso oficinistas, que baja el ausentismo en un 40%. Ya que la calidad de aire, la energía del lugar y los sistemas de eficiencia en movilidad invitan a que las personas sea de su agrado estar en el sitio.
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