Los anfibios son los representantes actuales de los que consiguieron el paso de los vertebrados a tierra firme. El intento de pasar a tierra firme debe verse como un afán de huir de los enemigos que quedaron en el agua o de encontrar un alimento que el medio acuático no les ofrecía. Otra posibilidad era el intento de situar las puestas en un lugar más seguro. Ambos fenómenos, salida del adulto y de las puestas, es posible que fueran simultáneos. En los actuales anfibios podemos observar estos intentos de liberar a las puestas de sus enemigos, de diferentes formas, como el sapo partero, que lleva la puesta arrollada en sus extremidades traseras, o la Pipa americana, que los lleva en una especie de placentación en el dorso. Por su parte, el anfibio Rhinoderma darwini los lleva en la cavidad bucal.
La inmensa mayoría realiza las puestas en el agua y de ellas nace un renacuajo que, al cabo de un año alcanza el estado adulto. Este renacuajo tiene una serie de rasgos idénticos a los de los peces, p.e. branquias, línea lateral entre los más fácilmente observables. Algo de lo más curioso en ellos, es que en algunas formas que permanecen en el agua toda su vida puede conservarse la línea lateral por fenómenos de neotenia (rasgos juveniles en animales adultos).
Para su reproducción recurren siempre al agua. Su piel, sin escamas en los actuales anfibios, está poco protegida frente a la transpiración y por ella pierden gran cantidad de agua, algunos de ellos son capaces de resistir las condiciones de sequedad, algunas veces de carácter fisiológico como el Bufo marinus, uno de los sapos que se alimenta de gran cantidad de invertebrados, por lo que su función ecológica sirve de mucho a la agricultura, lo que llevó a introducirlo a numerosos países desde su continente de origen, el americano.
Respecto a la forma de su cuerpo se distinguen dos tipos, una rechoncha y otra alargada. La primera corresponde a los Anuros, que como su nombre lo indica, carecen de cola en la edad adulta. Avanzan a través del salto y en línea recta, no saltan oblicuamente, ya que lo sustituyen por un cambio de posición en el suelo. Su alimentación pasa de ser herbívora en el renacuajo, a ser sobre todo insectívora en el adulto. Este cambio en la alimentación fuerza un cambio en la longitud del tubo digestivo que es más corta en el adulto.
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