En el marco del Día Mundial del Agua, la empresa Rotoplas ha decidido crear valor ante sus grupos de interés a través de su estrategia de cambio climático, presentando un decálogo de acción por el agua, el cual tiene por objetivo promover el mejor aprovechamiento del agua y reducir el impacto ambiental.
Desde hace 27 años la Asamblea General de las Naciones Unidas declaró el 22 de marzo como Día Mundial del Agua, invitando a los países a realizar actividades concretas para concientizar a la población sobre la conservación de los recursos hídricos, este año el tema central es “Agua y el cambio climático”, donde se busca evidenciar el vínculo que hay entre ellos.
Los escenarios climáticos plantean el incremento de la temperatura mundial de hasta tres grados centígrados en los próximos 5 años, de acuerdo con Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático de la ONU (IPCC), lo cual presenta afectaciones relacionadas con el agua, tales como: el incremento en los niveles del mar, la reducción de disponibilidad hídrica para la población humana y la contaminación acelerada de las fuentes de agua, entre otros.
“Sabemos que el cambio climático plantea retos que sólo pueden ser resueltos mediante la coordinación de múltiples actores, por esa razón en Rotoplas, nos dimos a la tarea de entender cómo podemos ayudar a ser parte de la solución a partir de nuestro propósito corporativo. El resultado de este ejercicio es nuestra Estrategia de Cambio Climático, que se desprende de la Estrategia de Sustentabilidad que llevamos implementándola desde hace unos años,” señaló José Luis Mantecón, vicepresidente de Sustentabilidad de Rotoplas.
Con su estrategia climática, Rotoplas impacta positivamente a sus distintos grupos de interés generando y capturando valor climático, poniendo siempre a sus usuarios al centro a través de tres ejes clave:
Acceso al agua: Favorecer la resiliencia climática mediante el almacenamiento, conducción y captación de agua de lluvia, así como la purificación en punto de consumo.
Economía circular: Continuar con las iniciativas de circularidad para disminuir el impacto ambiental y alargar la vida de los productos.
Servicios: Impulsar el agua de óptima calidad para el consumo humano, así como el tratamiento y reciclaje de aguas residuales para aumentar la resiliencia para las personas.
Dentro de los desafíos que presenta el cambio climático, el directivo resaltó la necesidad de evitar el desperdicio del agua; pues su escasez, disponibilidad y calidad se verán afectadas por el incremento inminente en la población humana. Además, destacó que como empresa están conscientes de la relación directa que existe entre el agua y el cambio climático y con un uso responsable es posible reducir los gases de efecto invernadero y la huella de carbono.
Como una de sus primeras acciones, el decálogo de acción por el agua está encaminado al cuidado del medio ambiente y la sustentabilidad.
“Este decálogo está diseñado para que las instituciones, empresas y la sociedad en general puedan integrar un frente común que ayude a reducir el impacto ambiental, si todos nos comprometemos podemos reducir afectaciones mayores a nuestra sociedad como inundaciones, sequías o la contaminación de los acuíferos”, comentó.
Decálogo: Acciones para el mejor aprovechamiento del agua y combatir el cambio climático:
El agua como parte de la solución: manejar el agua de manera eficiente y estratégica es un enfoque fundamental que asegura el éxito de las iniciativas que combaten al cambio climático mediante la mitigación y la adaptación.
Acceso y gestión del agua: ampliar las posibilidades para que cada vez más personas puedan tener acceso seguro a agua limpia y de calidad de acuerdo con los Objetivos de Desarrollo Sostenible; pues tan solo en América Latina, 37 millones de personas carecen todavía de acceso al agua potable.
Preservación de ecosistemas: considerar los impactos en los ecosistemas, pues de acuerdo con Naciones Unidas, más del 80% de aguas residuales se liberan al medio ambiente sin tratar, provocando la reducción de fuentes de agua en el mundo. Para ello es necesario la inversión en innovaciones y/o tecnología que ayude a que el agua usada pueda devolverse a los mantos acuíferos con el menor daño posible al medio ambiente.
Seguridad del agua: implementar estrategias ante desastres hídricos como sequías e inundaciones, previniendo afectaciones a actividades como la agricultura o ganadería. Ejemplo de ello es la instalación de prácticas agrícolas inteligentes como los sistemas de riego por goteo para optimizar la hidratación de la tierra o el almacenaje de agua pluvial para el aprovechando el recurso de la mejor manera.
Agua de calidad: Brindar soluciones que permitan purificar y llevar agua con las cualidades necesarias para consumo personal y de preparación de alimentos, que puedan ser instalados en hogares, edificios residenciales, corporativos, parques, hoteles, hospitales o escuelas, de manera accesible.
Captación de lluvia: considerar a la captación de agua de lluvia como una alternativa sustentable para brindar acceso, por su facilidad en aprovechar el agua de lluvia, a través de su recolección y almacenamiento, pueden proveer de agua limpia y de calidad, sin la necesidad de utilizar las redes de agua potable.
Tratamiento de agua: repensar el uso de tecnologías e innovaciones que contribuyan al cuidado del medio ambiente en la que se trate el agua que se usa, así como dotarse de equipamiento de aguas residuales para la industria y el pre-consumo. Por ejemplo, en un año con la instalación de 360 plantas de tratamiento se pudieron tratar 15 millones de litros de agua.
Reúso del agua: establecer normas para las formas de reúso del agua, actualmente se tienen identificados tres tipos. Indirecto planeado, cuando las descargas llegan a cuerpos receptores de agua que se vuelven a usar de manera intencional y controlada. Indirecto, cuando las poblaciones pueden abastecerse de agua potable cerca de una descarga de una planta de tratamiento de manera segura. Directo planificado, cuando los afluentes de agua tratada se emplean nuevamente de manera local.
Huella hídrica: entender la cantidad de agua necesaria para la producción de un producto no sólo de la propia compañía, sino de los procesos antes y después de la etapa productiva. Un ejemplo de ello son los procedimientos 360 usados por Rotoplas, ya que abarca desde la creación hasta el final de la vida útil de sus 16 principales soluciones.
Consumo responsable: fomentar la toma de decisiones informada y la colaboración ciudadana; desde casa, comunidad o cualquier área de desarrollo. Brindar instrucción y conocimiento para formar cuidadores y protectores del agua. Los niños y jóvenes pueden ser aprendices potenciales del cuidado del agua y la importancia de racionarla de forma correcta.
Comentarios Cerrados