Se fue el 2008, un año de muchas noticias y si esta fuera una columna de política o economía se complicaría hablar de un final feliz. Sin embargo, en el ámbito de la música considero fue un muy buen año, lleno de reencuentros y de festivales que valieron la pena.
En fin, como diría el príncipe de la canción “ya lo pasado, pasado” y ahora se pone por delante todo un nuevo año, nuevos conciertos; muchos, pero muchos chismes, discos que por fin saldrán a la venta, pero sobre todo, nuevos proyectos. Y es en esto en lo que me quiero enfocar, ¿no les parece sorprendente la cantidad de sonidos, combinaciones y grupos que están surgiendo?
Por ejemplo, hace no mucho me enteré que existe el género electro-cumbia futurista, vaya combinación complicada sin aparente cabida para subsistir dentro de una misma canción, pero debo de decir que vale mucho la pena escuchar un poco de esto, surge de las cumbias creadas “de la nada” por medio de una consola que, al mismo tiempo, van mezclando con electrónica. En realidad, lo complejo se presenta a la hora de bailarlo, aunque permite a todos aquellos pies izquierdos una nueva oportunidad para bailar la cumbia de una manera más loca o personal.
Como éste, existe gran número de nuevos estilos y categorías, y cada uno de éstos con su nombre. Situación necesaria para poder ubicar a los diferentes grupos, dependiendo de la música que toquen, aunque esto ha traído nuevos conflictos ya que no es lo mismo distinguir un grupo y categorizar lo entre grunge o metal a ya hablar de cientos de diferentes subgéneros todos dentro del rock.
Por el otro lado, sigue habiendo un gran abismo para la clasificación de las nuevas bandas, y es que resulta que ahora todas son indies. ¿Pero alguien sabe qué es indie?, existe toda una discusión en el término, para muchos ni siquiera es un género sino una estrategia de mercado, para otros habla de aquellas bandas independientes y en lo personal creo se acuñó el término para todos los grupos que van innovando sin cabida en géneros pre-existentes que para simplificar su ubicación se consideran dentro de este ambiguo grupo.
Y no es por sonar pesimista, quejándome por que existen muchos géneros que dificultan el conocimiento de nuevas bandas, ubicar sus estilos, etc., y al mismo tiempo quejarme también de que ahora todos los grupos que no saben cómo ponerse se clasifican como indies. No, no nada de esto, sólo propongo como propósito de año nuevo poner un poco de orden, organizar bien las fronteras musicales, definir bien qué se necesita para pertenecer a uno u otro género; claro no para limitar la creatividad y surgimiento de nuevas y bellas propuestas sino para que nosotros viles mortales gustadores de la música podamos ubicarnos más fácilmente en este gran espectro de sonidos.
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