La nombrada Rosa de los Vientos aparece en la carta náutica del portugués Pedro Reinel de 1504. Es la primera imagen conocida y manifiesta con una flor de lis por símbolo del Norte. Esta práctica —adoptada en otras cartas náuticas— sobrevive en la actualidad con el elemento floral modernizado. Las hay —por comodidad y necesidades— de 8, 16, 32 y 64 rumbos correspondientes a las divisiones de la circunferencia del horizonte. Su invención enlaza con el nombre de Ramón Llull ([Mallorca, c. 1232 – 29 de junio de 1315] Raimundo Lulio en castellano, Raimundus o Raymundus Lullus en latín, como Raymond Lully en el inglés y Raymond Lulle por los franceses), aunque la descripción pormenorizada aportada por Gayo (o Cayo) Plinio Segundo (Plinio “el viejo”) en el libro II de su Historia Natural, aparentemente es la referencia primordial.
La palabra “cardinal” deriva del vocablo latino “cardo” para identificar a la calle central trazada de norte a sur en las ciudades romanas. Aunque originalmente el único punto cardinal es el Norte, por extensión queda la atribución a las cuatro direcciones, rumbos o puntos principales fijados convencionalmente en la brújula: Norte, Sur, Este, Oeste, nombres denominaciones de origen germánico (Nordri = Norte, Sudri = Sur, Austri = Este y Vestri = oeste, según la Mitología escandinava) incorporados en época reciente al idioma español y al resto de las lenguas derivadas del latín. Anteriormente, los nombres de los puntos cardinales eran en español: Septentrión o Boreal para el Norte, Meridión o Austral para el Sur, Oriente o Levante (y también, del Sol Naciente) para el Este, Occidente, o Poniente (Ocaso) para el Oeste. (El término mediodía refiere a la región meridional de un país en el Hemisferio Norte, especialmente en Italia —mezzogiorno— y en Francia —midi—, precisamente porque estas regiones quedan del lado donde del sol al mediodía con relación al resto del país.)
Etimologías:
Norte proviene del gótico antiguo norð, y éste a su vez del protoindoeuropeo ner-, cuyo significado en español es «izquierda», ya que el Norte está a nuestra izquierda cuando enfrentamos al sol por la mañana (orto solar).
Septentrión deriva etimológicamente del latín septentrio, -onis, (septem, siete y trio, -onis, buey). Los romanos llamaban Septentrium («siete bueyes») a las siete estrellas que conforman la constelación popularmente conocida como «El Carro», que es, supuestamente, la cola y las piernas de la Osa Mayor. Lo denominaban así por una creencia antigua que les hacía pensar que siete bueyes tiraban permanentemente de la esfera celeste, haciéndola girar sobre el eje que pasa por la Estrella Polar. La palabra, con mínima mudanza, derivó a «septentrional» y «septentrión» significante de «norteño» o «procedente del Norte».
Sur o meridión (también llamado Sud o Austral) indica, sobre un meridiano, la dirección al Polo Sur, puntos ideal situado en oposición al Norte. Es la dirección a lo largo de un meridiano a 90° en sentido horario del Este. La palabra Sur es un préstamo del germánico sûþ (posiblemente del antiguo fráncico o tal vez del gótico), cuyo significado es —posiblemente— “abajo” (¿?). Se desconoce el propio origen del término en germánico (ya que no parece remontarse a una raíz indoeuropea), algunos autores sugieren su relación con la palabra Sol debido a que este astro es el que domina este punto cardinal cuando se le observa al norte del Trópico de Cáncer.
Este proviene del inglés antiguo east, el cual a su vez deriva del proto-germánico austra (en alemán austra > osten: “este”), y éste del proto-indoeuropeo aus- que expresa “aurora”. El término oriente proviene del latín oriens,-entis, participio activo de oriri (‘aparecer, nacer’) indicando la dirección por donde sale o nace el sol y los demás astros.
Austral deriva del término austro, (en latín austrum o auster) que indicaba este punto cardinal.
Oeste emana del germánico antiguo west, del cual derivan también el inglés west, el alemán moderno westen o el alto alemán antiguo webster que está posiblemente relacionado con el término latino vesper que significa «tarde», vocablo emparentado con el griego ἕσπερος hésperos cuyo significado es el mismo. Es muy posible que de aquí origine el nombre propio de Vesper otorgado al planeta Marte identificado por su bella luminosidad con Luzbel (el portador de la Luz) de donde origina Hesper (el mitológico Jardín de las Hespérides) y por extensión principio para el nombre propio de España.
Occidente deriva etimológicamente del latín occidens, -entis, participio activo de occidere: caer. Es referencia visual del movimiento aparente del Sol, porque cae, desciende en su trayecto por la esfera celeste. En España es común utilizar Poniente para referirse al punto ordinal, así como para hablar de la parte oeste del país (porque por ahí se «pone» el sol).
*Del diccionario: Norte s. m.: punto situado frente a una persona a cuya derecha está el lado por el que sale el Sol. Sur s. m.: punto del horizonte opuesto al norte. Este s. m.: punto por donde sale el sol. Oeste s. m.: punto situado en el lado por donde se oculta el Sol.
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