Muchos de ustedes estuvieron atentos a los Juegos Olímpicos, siguieron de cerca disciplinas como el taekwondo, atletismo, badminton, nado sincronizado, equitación, etc. Pero, de lo más esperado durante toda la preparación de los Juegos Olímpicos, era precisamente la clausura y no tanto por el desfile de atletas ni por el despliegue artístico de Gran Bretaña, ni siquiera por ver a la Reina, la emoción giraba en torno a la música que formaría parte de la clausura.
Y es que, como su propio organizador, Kim Gavin, declaró, la clausura no seguiría un patrón o temática definida, estaba pensada como un caleidoscopio de toda la música que el Reino Unido ha ofrecido al mundo. ¡Y vaya que hay de donde escoger! la “sinfonía de la música británica” duró alrededor de tres horas, empezando con una demostración del tráfico londinense, donde los famosos taxis conocidos como “black cabs” iban forrados de periódicos con líneas relevantes de la literatura inglesa, dando paso a Winston Churchill, o al menos a una emulación de, y a Batman y Robin escapando de un auto en llamas.
Tras esta escena sin sentido, la música se dejó escuchar, con décadas de grupos, y canciones que marcaron historia. Reviviéndolos de la tumba, se presentaron John Lennon con “Imagine”, y Freddy Mercury con “Rapsodia Bohemia”, quien con el apoyo de Jessie J hizo cimbrar el estadio con “We will rock you”. También, personajes desde nuestra dimensión, aunque de épocas atrás: los pantalones apretados de George Michael, y su interpretación “Freedom” o Annie Lennox, quien decidió cantar “Little Bird” desde un barco pirata.
Algunos otros que se hicieron escuchar a través de alguien más, como la canción de “Wish you were here” de Pynk Floyd, pero interpretada por Ed Sheeran, o la canción de The Who “Pinball Wizard”, a través de los Kaiser Chiefs. Por supuesto, de épocas más cercanas al 2000, las tan esperadas Spice Girls, quienes bajaron de un taxi y deleitaron a miles de fans y expectores. Aunque para escenitas y dramas, no podía faltar Noel Gallagher, quien declaró que no quería participar en el festival, que se hizo del rogar, y días antes, les hizo el favor de decir que sí (ahora resulta que él es demasiado hasta para estos eventos).
Evidentemente como parte del despliegue musical, no podía faltar lo mejor de los grupos actuales: Blur, Muse, Fat Boy Slim y Pet Shop Boys (ok, no taaan actual) fueron de lo más esperado y comentado. Bueno, que les puedo decir, hasta Monty Phyton presentó su canción “Always Look on the Bright Side of Life”, con todo y la coreografía de la película (La vida de Brian).
Definitivamente un excelente y disfrutable caleidoscopio musical.
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