En México diversos deportes en variadas ocasiones batallan en demasía para ser negocios redituables y es apreciable hasta el deporte más organizado y con recursos como es el futbol donde los empresarios van y vienes –excepto un pequeño grupo que coopta los apoyos publicitarios, la televisión y los equipos triunfadores-, pero la eterna crisis de saber hacer negocios en el deporte son cosa de la cotidianeidad en otras actividades deportivas, ejemplo de ello es la crisis de finanzas de la lucha libre mexicana
No hablamos de crisis de calidad en luchadores, sino en la cuestión que les rodea, desde sus salarios, prestaciones sociales, difusión; puntos en donde dos empresas son las que abarcan casi todos estos beneficios, tanto la Triple AAA y el Consejo mundial de Lucha Libre (CMLL), que para fortuna de sus integrantes dan diversos apoyos, con sus consabidas diferencias de sus estrellas a elenco preliminar.
Esto viene a colación de la pasada presentación de cifras de la WWE, la empresa estadounidense que abarca gran parte el mercado comercial de la lucha libre en esa nación y que ha invadido las pantallas mexicanas en los últimos cuatro años.
Las cifras de la WWE hablan que en sus eventos en vivo en lo que va hasta el mes de abril ha registrado una ganancia de 21 millones de dólares; la venta de DVDs de 7 millones de dólares; WWE studios en sus films caseros producidos ganó 2 millones; en los Pagos por Evento se reportó 15 millones; en transmisiones semanales por Tv fueron ganancias por 37.5 millones y su revista oficial que acaba de desaparecer en su edición en español tuvo ventas por 1.5 millones; ventas por internet de 5 millones y venta de souvenirs de 5.5 millones y venta de licencias globales otros 24 millones; todo esto da un total de 124 millones de dólares.
Todo esto nos demuestra que sabiendo hacer un deporte común que es de gusto popular como es la lucha libre; con visión empresarial, apoyos adecuados y saber vender los productos que se ofertan, las ganancias económicas se pueden generar, por ello la urgente necesidad de que el sector lucha libre en México, aprenda de los buenos ejemplos y desecho los malos que la WWE presenta, ya que esa misma empresa padece de un gigantismo y usar a sus elementos como elementos de desecho a la primera oportunidad.
Así que en México, este deporte de gran gusto y seguimiento es justo que no cierre sus puertas a la experiencia de grandes empresas que ante el contexto mexicano debe entender que cada quién bregando por su lado no puede avanzar más allá de pequeños mercados locales, cuando el público mexicano ha demostrado que este deporte puede ser un gran negocio –el boom de los 90s- y espectáculo en bien del mismo deporte, empleo, plazas, aficionados, etc.
Comentarios Cerrados