La vez pasada hablamos de la historia del mundial de futbol, en sus 19 ocasiones, con los 8 países ganadores y las historias de los primeros dos campeones en la historia: Uruguay e Italia, ambos países anfitriones del evento. Y como sé que se quedaron con ganas de más, aquí tienen algunas otras historias interesantes sobre la Copa Mundial, en miras de Brasil 2014:
Tras el campeonato italiano ligeramente forzado por Mussolini, en 1938 se dio la tercera convocatoria al mundial, con cede en Francia. Un año que también tuvo mucho que contar, pero no tanto desde el ámbito deportivo sino político. La competencia fue complicada pues varios países tuvieron que retirarse:
España lidiaba con la Guerra Civil, China y Japón peleaban la Segunda Guerra sino-japonesa, Austria se sumaba a la Alemania nazi, Alemania no era muy bien recibida (aunque no se retiró), y los equipos del Continente Americano demostraban su inconformidad porque el torneo se realizaba en suelo europeo por segunda ocasión. Al final, incluso con el severo panorama político, el Mundial se llevó a cabo, y por segunda ocasión Italia quedó como campeona, un triunfo también bajo el mando de Mussolini, de quien se cuenta la historia que mandó un telegrama al jugador Vittorio Pozzo con la única leyenda: “Victoria o muerte”.
Los dos siguientes torneos (1942 y 1946) no correrían con la misma “suerte”, pues dado la Segunda Guerra Mundial, los torneos fueron suspendidos por decisión de la FIFA. A pesar del conflicto, Alemania había mandado su candidatura para fungir como sede. Seguramente en el intento de mostrar, al igual que Italia bajo el fascismo italiano, la supremacía de la ideología nazi.
La Segunda Guerra Mundial también tuvo un impacto relevante en el que sería el tercer campeonato (1950). Debido a que la mayoría de los países europeos se encontraban económica y socialmente dañados por la Guerra. No les quedó de otra más que aceptar a Brasil como sede, no pudiéndose oponer a su constante queja de la dificultad de trasladar a todos sus jugadores a otro continente. Sin embargo, la participación fue baja, más uno que otro país que ya inscrito decidió retirarse, como India, al no permitírsele jugar descalzos.
Por cierto, si esperaban que este fuera el inicio de la racha de campeonatos en Brasil, la realidad fue otra. Ya en la final, Brasil – Uruguay, el país sede pierde 1:2, suceso conocido hasta la fecha como el “Maracanazo”, por haber sido jugado en el estadio de Maracaná en Río de Janeiro.
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