En el marco de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Biodiversidad COP13, los gobiernos de los estados de Campeche, Quintana Roo y Yucatán; representantes del gobierno federal; organizaciones de la sociedad civil organizada y más de 70 empresas, se comprometieron con el crecimiento verde y la conservación de la región a través del Acuerdo para la Sustentabilidad de la Península de Yucatán (ASPY).
Aurelio Ramos, director para América Latina de The Nature Conservancy (TNC), comentó que “la consolidación un modelo de crecimiento verde con conservación en beneficio de la naturaleza y las personas, sólo puede alcanzarse con el compromiso de todos los sectores sociales —desde las comunidades, la academia y los ambientalistas hasta las empresas y gobiernos”.
Este acuerdo crea una plataforma de colaboración transversal a favor de un desarrollo bajo en emisiones de carbono que coadyuve a la conservación de la biodiversidad, al mismo tiempo que genera oportunidades para el financiamiento e inversión en cadenas de valor realmente favorables para las comunidades y los ecosistemas, indicó.
Actualmente, la península de Yucatán cuenta con 10 millones de hectáreas de selvas mega diversas que además son reservorios de carbono fundamentales para el planeta. A pesar de su inmenso valor, la península de Yucatán pierde 80,250 hectáreas por año. La ganadería extensiva y la agricultura son los mayores precursores del cambio en el uso de la tierra y pérdida de biodiversidad. Este acuerdo busca transformar esta realidad para la gente y sus bosques.
En dicho documento se señala que serán las secretarías del medio ambiente de los estados las encargadas de encaminar el acuerdo, con el respaldo de agencias de gobierno federales (CONABIO, CONAFOR, SEMARNAT y SAGARPA). Además participan institutos de investigación y académicos como la Universidad Marista, representantes municipales y ejidales, y más de 50 empresas de orden local, nacional e internacional. Todos ellos trabajarán en acciones que ayuden a alcanzar las siguientes metas:
Cero deforestación neta para 2030.
Restaurar dos millones de hectáreas de tierras.
Lograr que 50% del territorio terrestre y costero de la Península de Yucatán esté bajo esquemas de conservación y manejo forestal sostenibles.
Promover paisajes bioculturales mayas en aproximadamente 5.5 millones de hectáreas.
Incentivar la inversión y financiamiento de fuentes privadas e internacionales para fomentar el crecimiento verde.
Restaurar 20% de las de crestas arrecifales y 30% de los sistemas playa-dunas costeras.
Los sectores agroindustrial, financiero, turístico y de servicios, entre otros, también forman parte de este mecanismo innovador apoyando acciones concretas contra el cambio climático y a favor del medio ambiente, debido a que los beneficios de la naturaleza —agua de calidad, suelos saludables, prevalencia de polinizadores, entre otros— son esenciales para la productividad, la generación de oportunidades de inversión y una mejor calidad de vida para la península de Yucatán.
Con la firma del ASPY, la península de Yucatán y México se posicionan como un modelo innovador —único en el mundo— de productividad y competitividad sustentables en el campo. Con el apoyo de The Nature Conservancy (TNC) —organización ambiental internacional con más de 30 años de trabajo de conservación en México y en la península de Yucatán— quien diseñó esta metodología luego de más de 6 años de trabajo en la región, las herramientas científicas y de manejo integral del paisaje aplicadas en la península de Yucatán también serán utilizadas en otras latitudes en 5 continentes.
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