Las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TIC) constituyen una herramienta privilegiada para el desarrollo de las sociedades. La importancia de estas tecnologías llevó a que el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), presentará un panorama general sobre el acceso a Internet y otras TIC en los hogares, así como de su uso por los individuos en México, tomando como fuente el estudio que realiza en los hogares de manera anual.
Este organismo detalló que con base en la Encuesta Nacional sobre Disponibilidad y Uso de Tecnologías de la Información en los Hogares (ENDUTIH) 2016, al segundo trimestre se registraron 65.5 millones de personas de seis años o más en el país, usuarias de los servicios que ofrece Internet, lo que representa el 59.5 por ciento de esta población. Esto significa un incremento del 2.1 por ciento con respecto a 2015.
El acceso a esta tecnología es predominante entre los jóvenes del país. Poco más de la mitad de la población de seis años o más se declaró como usuaria de Internet, entre los individuos de 12 a 24 años, las proporciones son superiores al 80 por ciento, es decir que entre los jóvenes es habitual el uso de Internet.
Considerando grupos quinquenales de edad se pueden resaltar ciertos aspectos. Mientras que poco más de la mitad (53.1 por ciento) de los niños de entre 6 y 11 años señaló utilizar Internet con cierta regularidad, entre los adolescentes de 12 a 17 años la proporción alcanza el 85.5 por ciento, proporción semejante a la observada para individuos de entre 18 y 24 años (85.0 por ciento). Incluso para el grupo de edad de 25 a 34 años tres de cada cuatro individuos declararon utilizar Internet (74.3 por ciento).
Los datos del INEGI indican que conforme aumenta la edad, decae el uso de Internet; para el grupo de entre 35 a 44 años, poco más de la mitad (60.3 por ciento) realiza alguna actividad en la red y la proporción disminuye al 45.5 por ciento entre individuos de 45 a 54 años; solo el 21.6 por ciento de los adultos mayores a 54 años conoce y utiliza este recurso.
Mientras que de la población que cuenta con estudios de nivel superior (licenciatura o posgrado), nueve de cada diez ha incorporado el uso de Internet en sus actividades habituales; cuatro de cada cinco de los que cuentan con estudios de nivel medio superior (preparatoria o equivalente) así también lo hacen, y con nivel básico (primaria o secundaria) resultan poco menos de la mitad (48.7 por ciento).
Los usos más recurrentes en Internet se encuentran el uso como medio de comunicación (88.9 por ciento), la búsqueda de información (84.5 por ciento), y para el consumo de contenidos audiovisuales (81.9 por ciento).
Para actividades de apoyo a la educación el porcentaje alcanza poco más de la mitad (51.8 por ciento), aunque cabe tener en cuenta que una proporción importante de la población objeto de estudio ya no se encuentra en situación de asistencia a la escuela (71.1 por ciento).
Del mismo modo se puede destacar que la interacción con el gobierno (para realizar trámites, para consultar información, entre otras) es cada vez más recurrente y fue mencionada por el 22.2 por ciento de los internautas.
Entre los usuarios de Internet, el acceso es algo cotidiano ya que los que navegan uno o más días a la semana representan el 96.0 por ciento sobre el total. El complemento (4.0 por ciento) corresponde a quienes declararon un uso de una vez al mes o incluso una menor frecuencia.
Si bien las transacciones electrónicas (compras o pagos vía Internet) no son actividades recurrentes entre los internautas mexicanos, se observa un crecimiento respecto de los resultados de la encuesta anterior. Estos pasaron del 12.8 por ciento en el 2015 al 14.7 por ciento en el 2016 (gráfica 6).
La telefonía celular igualmente se ha convertido en un servicio de gran importancia para la población, ya que permite establecer una comunicación ubicua y oportuna, promoviendo el sentido de pertenencia y cercanía. Esta es la tecnología de mayor penetración nacional y con las menores diferencias regionales, y al 2016 se encontró que 81.0 millones de personas se declararon como usuarias del servicio, y representan el 73.6 por ciento de la población de seis años o más. Esto significa un incremento del 2.1 por ciento con respecto a 2015 (gráfica 7).
Cabe señalar que no todos los que señalaron contar con un smartphone declararon conectarse a Internet. De acuerdo con los resultados de la encuesta, solo el 89.0 por ciento se conecta efectivamente a Internet, ya sea mediante conexión de datos o por medio de una conexión fija inalámbrica (WiFi).
A su vez, la mayor parte de estas conexiones son por medio de la red de datos, es decir, conexiones móviles: el 81.0 por ciento de quienes se conectan mediante un celular inteligente así lo declaró. De este modo, el 19.0 por ciento restante corresponde a usuarios cuya conexión se encuentra restringida a una señal de WiFi. Para las conexiones móviles significa un incremento del 13.9 por ciento con respecto a 2015.
Como se mencionó arriba, la telefonía celular es la tecnología de mayor penetración y la que presenta las menores desigualdades regionales, conforme a los resultados de la encuesta.
Mientras que –por ejemplo- en el caso de los hogares con Internet la diferencia entre las entidades extremas (con la mayor y la menor proporción respectivamente) es de 62.2 puntos porcentuales, para los usuarios de telefonía celular, la diferencia es de 34.7 puntos.
Para cualquiera de las entidades, más de la mitad de la población objetivo se declaró usuaria del servicio de telefonía celular y en 29 de las 32 entidades la proporción es igual o superior al 60.0 por ciento. Estos datos se muestran en la gráfica 9.
Solamente en los estados de Chiapas y Oaxaca (donde ocurre la menor disponibilidad) los porcentajes son del 58.1 y de 52.7 por ciento, respectivamente.
Respecto de la conectividad por entidad federativa, Baja California Sur, Sonora y Baja California son las que presentan la mayor disponibilidad de Internet en los hogares: 75.5; 71.7 y 68.0 por ciento respectivamente.
En el otro extremo, Tlaxcala, Oaxaca y Chiapas presentan la menor disponibilidad, con proporciones de 28.4; 20.6 y 13.3 por ciento respectivamente en cada caso (gráfica 12). A nivel nacional, la proporción se incrementó en 7.8 por ciento con respecto a 2015.
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