Viento del Sur. Óleo sobre tela. 60 x 50 centímetros.
Algunos animales (introducidos durante la Colonia) tuvieron bastante éxito, por ejemplo… el caballo, el asno, la mula y el burdégano (todos del género Equus: E. caballus, resultado de la domesticación del centroasiático E. przewalskii, E. asinus, del norte de África, E. caballus XE. asinus)…», anotan Gerardo Villanueva García y Jimena Manrique-Eternod en «Fauna y flora de la cuenca de México…» Ciudad excavada, INAH, 2007; quienes en la página 44 de la misma publicación asientan: » El caballo original Equus conversidens, emigró al Viejo Mundo y dio origen al Equus przewalskii. Aquél presenta el mismo patrón dental –coronas altas y pliegues de esmalte resistentes– y la reducción del número de dedos que los caballos actuales, lo cual indica que desde esta época era un comedor de zacate adaptado a la carrera de las praderas. Como el caballo de Przewalski, los caballos americanos no eran de alzada grande, más bien se parecen a los actuales ejemplares mongoles, de baja estatura, rápidos y resistentes.»
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«Serás tú fuente de alegría
y riqueza para el hombre…»
El profeta Mahoma.
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De una leyenda beduina citada en «Un mundo de caballos», editada por Grolier International, Inc., 1982: «Alá dijo al Viento del Sur: Vúelvete carne sólida, porque haré de ti una nueva criatura para la honra del Todopoderoso, la humillación de mis enemigos y para ser sirviente de los que son mis súbditos.» Y el Viento del Sur dijo: «Hazlo Señor». Entonces Alá tomó un puñado del Viento del Sur y creó al caballo y dijo: «Tu nombre será Árabe y la virtud estará ligada a las crines de tu frente y el pillaje a tus espaldas. Te preferí de entre todas las bestias de carga para hacer del amo tu amigo. Te dí el poder de volar sin alas, en el asalto y la retirada. Pondré hombres a tus espaldas que honrarán y cantarán Aleluya a mi nombre.»
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