Una oleada global de acciones pacíficas directas se llevó a cabo durante 12 días en seis continentes, con la finalidad de que los países entiendan que ya no se puede seguir basando el desarrollo humano en los proyectos de combustibles fósiles. Ello bajo la bandera de que todo el carbón, el petróleo y el gas se queden bajo tierra.
Decenas de miles de activistas salieron a las calles, ocuparon minas, bloquearon líneas férreas, unieron sus brazos, remaron en kayaks y organizaron reuniones comunitarias en 13 países, yendo más allá de las protestas convencionales para encontrar nuevas maneras de exigir que el carbón, el petróleo y el gas se queden bajo tierra.
Sobre estas acciones, Payal Parekh, Directora de Programas de 350.org, indicó que «al mismo tiempo que las temperaturas continúan alzándose, también lo hace la gente. De nosotros depende liberarnos de los combustibles fósiles y acelerar el cambio hacia una transición justa hacia el 100% de energías renovables. Este es el año más cálido que nunca hayamos medido, así que es notablemente reconfortante ver que la gente se está alzando en los cuatro puntos cardinales para insistir en el cambio».
Esta oleada sin precedentes de manifestaciones es impulsada por el súbito y dramático calentamiento del planeta, con un 2016 en el que cada mes se baten todos los récords de temperatura – sumado a la brecha, cada vez mayor, entre las ambiciones que los gobiernos dicen tener en cuanto al clima y las que demuestran con acciones cada vez que aprueban proyectos de combustibles fósiles. El último día de movilizaciones, una estación de monitoreo de crucial importancia en Tasmania registró una concentración de dióxido de carbono atmosférico de más de 400 partes por millón por primera vez en la historia.
Estas acciones se llevaron a cabo bajo el lema global de Libérate, el cual se refiere a la necesidad de cambiar nuestra dependencia actual de los combustibles fósiles por un sistema global de energía impulsado al 100% por energías renovables. En 2015, el 90% de la energía producida por nuevas instancias fue renovable, lo que indica que una rápida transición a un 100% de energías renovables es más factible que nunca.
ALGUNOS MOMENTOS DESTACADOS:
Miles de personas en todo el mundo se arriesgaron a ser arrestadas durante las acciones, muchas de ellas por primera vez.
Cargas de carbón valoradas en 20 millones de dólares fueron detenidas por los activistas que cerraron el mayor puerto de carbón del mundo, en Newcastle, Australia.
La mayor mina de carbón a cielo abierto del Reino Unido fue cerrada durante un día.
Cientos de personas se enfrentaron a la familia más poderosa de Sudáfrica en una marcha que dejó carbón en un ataúd a la puerta de su casa, a pesar de sus esfuerzos para silenciar a la sociedad civil presionando a la policía para que denegara el permiso a la marcha
Docenas de personas ocuparon las vías férreas durante la noche en ambas costas de los Estados Unidos para evitar que los conocidos como «trenes bomba», llenos de petróleo, pasaran por varias comunidades — incluyendo a menos de 30 metros de un barrio de viviendas sociales en las que viven personas de bajos nivel adquisitivo en Albany, Nueva York.
3.500 personas cerraron uno de los mayores contaminantes de hidrocarburos de Europa en Alemania, ocupando una mina de lignito y una planta eléctrica cercana durante más de 48 horas, reduciendo la capacidad de la planta en un 80%.
10.000 personas marcharon contra una planta térmica de carbón en Batangas, Filipinas
3.000 personas enviaron un ensordecedor mensaje al presidente de Indonesia con una manifestación a base de silbidos contra el carbón en Yakarta, y unos días después 12 activistas escalaron las grúas que suministran carbón a la Planta Térmica de Carbón de Cirebon, desplegando pancartas para Abandonar el Carbón y por una Energía Limpia y un Aire Limpio.
Miembros de la comunidad bloquearon el tráfico a las puertas de la mayor central térmica de carbón de Brasil, en Ceará
Por tierra y mar, comunidades indígenas y activistas locales bloquearon las instalaciones de arenas bituminosas de Kinder Morgan en la zona metropolitana de Vancouver, en los Territorios del pueblo Salish de la Costa.
Más de 150 activistas locales marcharon y ocuparon la entrada de dos refinerías de combustibles fósiles, las cuales son la mayor fuente no tratada de contaminación por hidrocarburos en el Noroeste de los Estados Unidos
En Aliaga, Turquía 2.000 personas marcharon hasta las puertas del mayor vertedero de carbón de la región de Izmir, y lo rodearon con una gigantesca línea roja, como llamada al fin de los planes para la expansión masiva del carbón en el país.
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